Con fotos, niños muestran al mundo que el cáncer no es una enfermedad terminal

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Rhean Franklin con 11 años, Ainsley Peters con 9 y Rylie Hughey con 8 tuvieron cáncer de muy chicas y lograron curarse. En 2014, mientras llevaban a cabo el tratamiento, decidieron mostrar al mundo que esta enfermedad no es sinónimo de muerte e hicieron una sesión de fotos todas juntas.

De ese modo, iniciaron una tradición que perdura hasta ahora. La reunión anual les recuerda por lo que pasaron, al tiempo que también inspiran a otros chicos que se encuentran en tratamiento.

En las imágenes siempre lucían alegres y felices para demostrar el optimismo con el que ellas transitaban el tratamiento. Después de entrar en remisión, siguieron con las sesiones de fotos para dar esperanza a las personas que pasan por esta enfermedad.

Las tres nenas de Oklahoma se hicieron amigas cuando recibían el tratamiento para el cáncer gracias a la convocatoria de la fotógrafa Lora Scantling, que quería inmortalizarlas para dar visibilidad al cáncer infantil. En los últimos dos años, se unió al trío Connor Lloyd, que con 4 años padece leucemia linfoblástica aguda.

«Este proyecto ha sido asombroso. Recibo mensajes muy alentadores sobre las personas que ven la foto en internet y me cuentan cómo les fue de ayuda a ellos o a alguien que conocen en un momento difícil. No creo que estas chicas lleguen a comprender lo poderosa que fue una simple foto de las tres abrazadas», destacó Scantling en diálogo con Today.

A Rhean le dijeron que nunca más le va a crecer el pelo por la intensidad de la radiación con la que la trataron. Los ojos los tendrá siempre un poco caídos porque el tumor se ubicó en el tronco cerebral. Asimismo, recientemente necesitó que le inyectaran hormonas de crecimiento para poder desarrollarse.

Rhean Franklin, Ainsley Peters y Rylie Hughey en 2014 (izquierda) y 2015 (derecha). (Foto: Lora Scantling)

En el caso de Rylie, solo tiene un riñón, del cual le falta una parte debido a los tumores de Wilms que le diagnosticaron a los dos años. No obstante, mantiene una vida muy activa: baila danza, hace gimnasia y practica softball.

El trío en 2016 con la primera foto de 2014. (Foto: Lora Scantling)

En cuanto a Ainsley, todavía tiene que realizarse controles dos veces al año para chequear que el cáncer no haya reaparecido en el organismo. Sus actividades favoritas son el canto, la lectura y el ciclismo.