Como resultado de una investigación, la Policía de la Ciudad secuestró pastillas de éxtasis, LSD y marihuana y desarticuló una organización narcocriminal liderada por un hombre y una mujer, quienes organizaban fiestas privadas y coordinaban viajes de egresados en donde vendían los estupefacientes. Además utilizaban a jóvenes relacionistas públicos para distribuir la droga al menudeo en eventos de música electrónica de boliches porteños.

Todo comenzó en el mes de julio de este año, en circunstancias en que personal de la División Precursores Químicos se encontraba realizando un operativo en las cercanías del boliche Crobar, cuando observaron a un hombre y una mujer realizando un «pasamanos», y al requisarlos frente a testigos descubrieron que entre sus pertenencias tenían gran cantidad de pastillas de éxtasis.

En aquel entonces el juzgado interviniente dispuso realizar pericias a los celulares de ambos detenidos, y con los datos obtenidos se comprobó que el hombre se dedicaba habitualmente a la comercialización de pastillas de éxtasis, las que le proveía una mujer de la localidad bonaerense de Laferrere.
Una vez elevadas las pruebas al magistrado, se profundizó esa línea investigativa logrando determinar la identidad de la proveedora. Una joven llamada María Inés, quien trabajaba como bailarina y coordinadora de una empresa que organizaba viajes de egresados, a la vez que lideraba una red compuesta por numerosos RRPP que vendían pastillas de éxtasis y otras drogas en boliches y fiestas electrónicas.

Continuando las tareas se logró escalar en la cadena de comercialización hasta llegar a un sujeto de nombre Quimey, quien organizaba fiestas electrónicas privadas, lo que aseguraba un caudal constante de ventas de drogas sintéticas. Este joven además usaba como base para vender estupefacientes su casa en la localidad bonaerense de Villa Adelina, un bar en San Martín y su propio comercio de vinos finos y delicatessen situado en el barrio porteño de Villa Urquiza.