Los delincuentes se llevaron al menos diez soldadoras, serruchos eléctricos, herramientas manuales, cables y otros elementos por un valor estimado entre los 2 y 3 millones de pesos, según estimaron el director y vicedirector del establecimiento.
«Esto nos llena de tristeza. Fue un golpe bastante duro», expresó el vicedirector y contó que tras un robo en el año 2014 habían decidido reforzar las medidas de seguridad con la colocación de alarmas y monitoreo.
Además, contó que «en cada receso se sueldan las puertas por una cuestión de seguridad». «A pesar de todo eso destruyeron los ingresos y lograron entrar», se lamentaron las autoridades escolares.