Entrerrianas denunciaron que sus fotos fueron publicadas en sitios pornográficos

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«Hace un tiempo me empezaron a llegar mensajes en los cuales me avisaban que aparecía en una página porno, y estaban todas mis fotos de Instagram, que aparecen algunos datos, como por ejemplo, donde trabajo, además de muchos comentarios feos». De esta manera, una joven de Concepción del Uruguay denunció el robo de imágenes suyas de Instagram que luego fueron usadas en un sitio pornográfico.

Tras la exposición virtual que realizó la damnificada, muchas otras jóvenes expresaron que también habían sido víctimas del uso de sus fotos personales -sin su consentimiento- en sitios porno.

«No formo parte de ningún grupo, solo quiero respeto y el derecho que merecemos todos como personas. Sobre todo, el derecho que merecemos de poder salir tranquila y saber que voy a estar bien. También me parece muy injusto para mi imagen este tipo de cosas», finalizó la joven en su descargo.

«Mis fotos y datos en un sitio porno»

«El 8 de mayo, me hackearon mi Facebook y robaron mis fotos. En la configuración de la privacidad de la red social advertí el ingreso de un desconocido a determinada hora, y el 12 de mayo comencé a recibir mensajes por WhatsApp por personas que me decían `hola como estas linda´, las que me indicaron que habían sacado mi numero de un aviso de Badoo«, contó otra damnificada a La Pirámide.

Según dio cuenta, en la app para citas aparecían sus fotos, su nombre, edad y lo que buscaba. «Ingresé a Badoo, puse `chicas y chicos Badoo Concepción del Uruguay´ y aparecieron todos los perfiles de los que están; incluso encontré una foto de una menor, que es hija de mi amiga, y mi foto», rememoró la mujer. Y continuó: «Pedí para que anulen mi foto, mientras me seguían llegando mensajes y llamados. En un día, recibí 90 llamados y mensajes».

A mujer contó que tras lograr que borren su perfil de la aplicación para citar, volvió a recibir más mensajes; esta vez de Tinder. «La persona que se hacía pasar por mí, hablaba con los hombres y se refería a mi hija de 11 años», alertó.

«A los días siguientes recibí mensajes en tonos sexuales; la cantidad de mensajes que me llegaban se triplicó», alertó. Es que esta vez, sus imágenes y datos personales habían sido publicados en un sitio pornográfico en el que se ofrecen «favores sexuales».

La damnificada radicó la denuncia en Comisaría de la Mujer de Concepción del Uruguay, junto a su amiga, por las fotos de su hija; ambas fueron derivadas al área policial que investiga delitos cibernéticos en la División Investigaciones.

«El perito informático me preguntó, en tono de broma, con quién me había peleado; ya que según me explicó, a este tipo de avisos, el 90% lo hacen las mujeres por despecho», contó la mujer, quien confirmó que no se había peleado con nadie.

De acuerdo a los datos a los que accedió la damnificada, en Concepción del Uruguay se registraron «varias denuncias de padres de adolescentes por el delito que se conoce como sexting, el que consiste en que los adultos se hacen pasar por chicos de 13 años para mantener sexo virtual o les piden fotos que después las publican en grupos pornográficos o las intercambian a pedófilos».

Vacío legal

Florencia Zerda, abogada especializada en violencia de género digital, confirmó que hay un vacío legal para estos casos. La letrada explicó que hay alternativas en el Código Penal por las cuales se podrían haber encarado las denuncias. «Sin conocer ninguna de los 21 casos, se podrían haber aplicado los artículos 153 y/o 153 bis, que hacen referencia a la violación de la privacidad y el uso de imágenes sin autorización. También se podría alegar violación de derechos de autor, que también tiene sanción penal. Es decir, si bien hay un vacío legal, hay figuras legales por las cuales se podría encarar», dijo la abogada, quien incluso destacó que haber obtenido los números IP (como ocurrió en este caso) hubiese servido aún más para avanzar. «Es muy difícil acceder a ellos y en este caso tuvieron esa ventaja», recalcó.

Asimismo, Zerda recordó a Infobaela necesidad de que se apruebe el proyecto de ley que impulsa el aumento de penas por la difusión no consentida de imágenes sexuales. Iniciativa que propone modificar los artículos 155 (protección de la intimidad) y 169 (chantaje) del Código Penal, en orden a tipificar y sancionar penalmente la difusión no consentida de contenidos de desnudez, sexual o erótico, incluso si se ha obtenido con consentimiento de la víctima. O también el anteproyecto de modificación del Código, que contempla cambios en este sentido.

El proyecto de ley fue presentado por la presidenta provisional del Senado, Claudia Ledesma Abdal, y ya tiene media sanción en la Cámara Alta. De acuerdo con la legisladora de Santiago del Estero, la iniciativa surgió a partir de la cantidad de casos a nivel mundial y local del robo de imágenes para ser explotadas pornográficamente. «En los últimos años hay un fenómeno mundial creciente, y de la que la Argentina no está al margen, denominado «pornografía no consentida», y se refiere a la difusión de imágenes y videos íntimos por medios electrónicos a través de redes sociales o sitios web, con la finalidad de dañar la imagen de una persona, y en algunos casos de modo extorsivo, con el fin de obtener algo a cambio», reza el proyecto.

En cuanto a la letra chica de la medida, Zerda destacó algunos detalles y criticó otros. Por ejemplo, se propone castigar con pena de multa de hasta $267 mil «la difusión contenidos de desnudez, sexual o erótico incluso si se ha obtenido con consentimiento de la víctima». Además, la pena se eleva hasta 3 años de prisión, para quien trasgreda la presunta expectativa de intimidad. También se propone castigar con pena de hasta 10 años años de prisión a quien extorsione con difundir contenido fruto de una relación íntima.

En ese sentido, Zerda dijo: «Carece de perspectiva de género. No agrava la pena (como se prevé en otros proyectos y como se ha hecho en otros países) para casos de violencia domestica, sabiendo que la mayor parte de las victimas son violentadas por vínculos sexoafectivos previos y/o o por su género», dijo la letrada, para quien además el monto de 267.000 «es un chiste». «En una acción civil podes reclamar montos mas altos y no te sometes a la revictimizacion del proceso penal. Totalmente desproporcionada con la pena de la extorsión y es el «paso previo» a la difusión», cuestionó.

Finalmente se mostró cauta y a la expectativa de que el proyecto se termine de aprobar, así el vacío legal se llena. «En fin, veremos que pasa, quizás queda en la nada (…). Mientras tanto sigue sin castigo esta conducta que como siempre digo es violencia de genero digital», concluyó.