Cómo mantener más sano tu sistema linfático

Comentarios desactivados en Cómo mantener más sano tu sistema linfático 1

Uno de los sistemas más ignorados de nuestro cuerpo y que es de capital importancia es el sistema linfático. El tejido linfático es el componente principal del sistema inmunitario y está formado por varios tipos diferentes de células, que trabajan juntas para combatir una infección.

Puede participar también en la lucha contra algunos tipos de cáncer. Este sistema rechaza, además, los tejidos recibidos de otras personas, tales como las transfusiones de sangre o los trasplantes de órganos. Todo esto y más, porque cumple tres funciones.

Una es de defensa, porque en los ganglios linfáticos, los linfocitos, las células que están en este tejido, se reproducen para dar respuesta a los antígenos. También la mayor parte de las grasas son absorbidas por el sistema linfático y transportadas posteriormente hacia la sangre. Y mediante sus vasos, se recuperan sustancias que el flujo sanguíneo ha perdido en el intercambio capilar. Todo el tejido intersticial que se halla entre las células, no debe acumularse – esto es lo que causa edemas – y la tarea del sistema linfático es recuperarlo y volverlo a los vasos sanguíneos, para que pueda eliminarse.

Ayuda a su buen funcionamiento

Andar a paso vivo. Al contrario que ocurre con el sistema circulatorio, en el sistema linfático no hay un órgano específico que se encargue de bombear el líquido linfático. 

El sistema linfático se vale de la contracción muscular para hacer llegar el líquido linfático a todo el organismo, por lo que andar es el ejercicio ideal para activar este sistema.

Tomar agua, zumos y fruta. Es esencial que tomemos mucha agua, al menos dos litros al día. La deshidratación puede ralentizar al sistema linfático. Además, el agua ayuda a limpiar los riñones, el colon y el hígado, a eliminar toxinas y facilitar el trabajo del sistema linfático. La fruta, en tanto, contiene vitamina C, que ayuda a fortalecer las defensas y fibras, que colaboran con la eliminación de desechos.

Suele recomendarse pasar tres días al mes a base de fruta, agua y zumos naturales. Es mejor si escoge días tranquilos, sin estrés, para que el sistema nervioso también descanse. Además, así se facilita que el organismo elimine toxinas, lo que reduce el trabajo del sistema linfático.

Cuidar la alimentación. Más del 80% del sistema linfático nace cerca de los intestinos, por lo que una mala alimentación puede ocasionar problemas de salud que lo afecten. Incluya verduras de hojas verdes, tomates, legumbres, cereales integrales, algas, semillas de calabaza, sopas de verduras variadas como entrada del almuerzo o cena. Consuma pocas harinas, ya que estas generan más retención de líquidos y dan más trabajo al sistema.