Verduras y frutas aliadas contra el cáncer

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Se calcula que el 35% de los tipos más frecuentes de cáncer pueden prevenirse si se tienen en cuenta algunas reglas básicas en la alimentación para consumir suficientes nutracéuticos, alimentos con propiedades terapéuticas. La mayoría están en los vegetales.

La ciencia ya afirma que no estamos predestinados al cáncer, aunque pueda estar programado en nuestros genes, sino que más bien es el “ambiente” del organismo el que regula la expresión genética que puede provocar la aparición de esta enfermedad.  

Las influencias adversas más comunes que pueden dañar o mutar el ADN y alterar su expresión genética permitiendo la proliferación del cáncer son el estrés, los radicales libres, los desequilibrios hormonales o nutricionales, la inflamación crónica y las toxinas de algunos virus y bacterias. Algunos científicos incluyen en la lista los conflictos emocionales. Pero en cuanto a prevención primaria, el puesto número uno lo tiene la alimentación.

El valor de la huerta

Ya en 1984, en Instituto Nacional del Cáncer de Estados Unidos concluyó que el 35% de los tumores estaban relacionados con factores alimentarios.

Un exhaustivo informe global publicado en 1997 estimó que un cambio en la dieta puede reducir la incidencia global de cáncer entre un 30 y un 40 por ciento, lo que equivale a entre tres y cuatro millones de casos anuales menos en todo el mundo.

Las dietas hipercalóricas, las ricas en grasa y proteínas son las más peligrosas, junto con algunas formas de cocinar como la parrilla, ahumados, salazón y encurtidos. Por el contrario, la fibra -insoluble sobre todo-, vitaminas y algunos minerales forman el grupo de protectores frente a los tumores. Y por último, hay que conocer a las estrellas del grupo: los nutracéuticos, que son nada más y nada menos que alimentos con propiedades terapéuticas, que actúan como medicamentos.

Este concepto viene debatiéndose en la ciencia porque debido a la alimentación industrializada y la falta de alimentos frescos en la dieta, a menudo las personas tienen carencias de sustancias químicas presentes en la fruta y la verdura que literalmente atacan el cáncer. Lo cierto es que hoy, la ciencia reivindica el valor de la huerta.

Estas son las nuevas estrellas de la medicina preventiva y natural, los nutracéuticos. Se les llama así a aquellos “ alimentos medicina” que contienen sustancias altamente efectivas en combatir problemas de salud, el cáncer una de ellas.

Verduras y frutas, las mejores aliadas

Comer para prevenir el cáncer implica llenar el plato de verduras y frutas, en primer lugar por su contenido de fibra. Las frutas y las verduras contienen además vitaminas y minerales que son protectores de alto nivel, como los betacarotenos, la vitamina C, E, niacina, selenio, zinc y ácido fólico.

Sin embargo, hay otros componentes en algunos vegetales que son aún más eficaces en la protección contra el cáncer, los llamados agentes fitoquímicos. Los agentes fitoquímicos son sustancias naturales presentes en las plantas tienen por misión defender o proteger a la planta contra agentes patógenos que pudieran perjudicarla. Ellos impiden la activación de los peligrosos oncogenes, que son los genes presentes en nuestras células responsables del cáncer y por esta propiedad pasan a formar parte de los nutracéuticos.

El tomate, por ejemplo, es preventivo de cáncer  de próstata, el ajo del cáncer de aparato digestivo, las crucíferas y en especial el brócoli de los tumores en el intestino y la soja prevendría el cáncer de mama. En realidad, todos aquellos alimentos con flavonoides, al actuar como antioxidantes, previenen muchos cánceres.