Las lluvias que comenzaron a registrarse en forma débil y dispersa durante la última jornada de agosto y que se intensificaron durante los dos primeros días de agosto fueron una bendición para el sector agropecuario. Desde la Bolsa de Cereales de Entre Ríos destacaron que «además del buen volumen de precipitaciones, la forma de llover fue muy beneficiosa en términos de la incorporación del agua al perfil». Así, los suelos pudieron aprovechar el 100 por ciento del agua caída.

Esto fue «muy beneficioso y más que oportuno», resaltaron.

No obstante, señalaron: «En el mapa podemos reconocer una distribución de lluvias que ya se observó durante junio, con tendencia desfavorecer al sudoeste de la provincia. Si solo analizamos la suma que muestra el mapa, estaremos de acuerdo que el acumulado en el sudoeste es relativamente bueno, si tenemos en cuenta que en septiembre la media mensual es de 60 milímetros. Sin embargo, si vemos hacia los departamentos del centro y norte provincial, detectamos que esta marca mayoritariamente ya se alcanzó, es decir, todavía hay un patrón que no logra incorporar al sudoeste con un piso de lluvias más elevado. Sigue siendo, entonces, la zona más vulnerable de la provincia».