Crecen los robos en centro de Rosario al haber más movimiento comercial

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Con la llegada de las fiestas, el centro recobró vida y movimiento, pero junto a los rosarinos que hacen compras, vuelven los malvivientes que suelen aprovechar las zonas más populosas para delinquir. Si bien las restricciones hicieron más difícil el robo de mercadería dentro de los locales, el accionar de los arrebatadores y punguistas callejeros está a la orden del día.

La sustracción violenta de celulares y carteras desde motos se ha vuelto el delito más usual, ya que dentro de los comercios hay protocolos que restringen el ingreso. Como solo puede entrar un cliente cada 20 metros cuadrados, y debe haber un vendedor por cada persona que compra, se ha generado un mayor control sobre la actividad de las clásicas mecheras, que aprovechan el descuido de los atendientes para introducirse productos entre las ropas o en bolsos.

«Adentro lo tenemos controlado. Pero en la calle están operando los oportunistas», dijo Miguel Rucco, del paseo comercial calle San Luis. Es que de este modo el accionar delictivo se ha mudado a la vía pública. Las personas que salen de los bancos, en especial ancianos, son otro blanco preferido de los motochorros. «Es un clásico que para las fiestas nos tomen de punto los delincuentes que aprovechan que viene mucha gente para hacerse de botines fáciles», aportó Fabio Acosta, titular de la Asociación Casco Histórico.

Acosta, quien acercó a las autoridades un mapa del delito, describió que «el accionar de los motochorros es muy intenso en el cuadrante Corrientes, Tucumán, Rioja y Oroño; y en la zona de Santa Fe, Corrientes, San Lorenzo y Laprida», donde roban hasta «10 celulares diarios». En tanto, detalló que las mecheras y pungas son más comunes «en la zona núcleo de peatonales y sus alrededores». Por ello, en acuerdo con la Secretaría de Control, se vienen desplegando distintos dispositivos para pedir documentación a los motociclistas que ingresan al área central desde distintos puntos de la ciudad, de cara a la llegada de fin de año.

Refuerzo

También, como todos los años, el próximo lunes 14 se pondrá en marcha el operativo «Felices Fiestas» de prevención del delito, que finalizará el 6 de enero, luego de Reyes. La semana pasada hubo una reunión de los comerciantes con el Ministerio de Seguridad y las autoridades policiales, donde se acordó una mayor presencia de caminantes y un refuerzo para los días de mayor venta, así como también en caso de que se realice la peatonalización de San Luis y Córdoba.

«Estos días en que hubo movimiento, aparecen más, pero por eso lo advertimos en la reunión con las autoridades y la cúpula policial para que adelanten el operativo de las fiestas que se hace siempre. Nos prometieron que lo ponían en movimiento esta semana, esperemos que dé resultado y que baje la cantidad de robos», dijo Nelson Graells, de Amigos de la Peatonal Córdoba.

Es que luego del esfuerzo de todo el año, los comerciantes, con los locales cerrados durante mucho tiempo y con las caídas sufridas en las ventas, intentando ahora recuperarse mediante promociones, necesitan que la gente concurra al centro tranquila. «Creo que con toda la movida que hicimos los centros comerciales vamos a tener un muy buen control policial sobre la zona de acá a fin de año, para que el consumidor pueda venir a pasear en paz», cerró Miguel Marcogliese, del Paseo del Siglo.

A una cuadrilla de la EPE
Una cuadrilla de trabajadores de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) sufrió el hurto de pertenencias personales el miércoles por la noche, mientras resolvía un desperfecto aéreo en media tensión en Donado y Juan José Paso, en el noroeste de la ciudad.

Eran cerca de las 22, la zona estaba oscura por el corte de luz, y mientras los operarios reponían el servicio se descuidaron y sufrieron un hurto: desconocidos les abrieron el camión y les robaron dinero, documentación y los teléfonos celulares.

Si bien esta vez no hubo que lamentar ningún hecho de violencia, como sí ha sucedido otras veces, las pérdidas materiales fueron importantes para los obreros, en un delito que es cada vez más común en los últimos tiempos. (La Capital)