La pastilla de la presión, mejor por la noche

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Tomar la medicación antihipertensiva por la noche antes de acostarse se asocia a un mejor control de las cifras tensionales y a una marcada reducción de eventos cardiovasculares a largo plazo. Si tu médico no te lo dijo aún, te conviene saber que esta indicación surge de los resultados del estudio  Hygia Chronotherapy, donde justamente se analizó a pacientes que toman antihipertensivos.

Cómo se realizó el estudio

Entre 2008 y 2018 se completó el seguimiento a un total de 19.084 pacientes con diagnóstico de hipertensión arterial (HTA) en consultas de atención primaria, es decir, en consultorios externos. Los pacientes recibieron la indicación de manera aleatoria de tomar la medicación al levantarse, o bien antes de irse a dormir. Debían tomar al menos un fármaco antihipertensivo, en una sola toma diaria, usando combinaciones en caso de requerir varios fármacos, a discreción del médico de atención primaria.

En el momento de la inclusión y en cada visita de seguimiento se les realizaba tres mediciones de la tensión arterial (TA) tras 10 minutos de reposo y monitorización ambulatoria de la presión arterial (MAPA) durante 48 horas.

Las conclusiones

Al finalizar el estudio, se observó que los pacientes del grupo nocturno recibieron menos fármacos antihipertensivos (menos inhibidores de la enzima convertidora de angiotensina, más calcioantagonistas, menos betabloqueantes y menos diuréticos), y presentaron mejor perfil analítico (creatinina más baja, HDL colesterol más alto y LDL más bajo).

Pero además, si bien hubo más de tres mil casos que sufrieron eventos cardiovasculares mayores del total de pacientes, los que tomaban sus pastillas por la noche al acostarse presentaron mediciones más normales en el monitoreo ambulatorio – sobre todo,mejor tensión y significativamente menos casos de infartos, revascularización coronaria, ictus y muerte.

Durante el seguimiento se ha observado que los pacientes con tratamiento nocturno tenían cifras más bajas de TA sistólica (TAS), TA diastólica (TAD) y presión de pulso en las consultas, presentando a su vez mejor control de TAS y TAD media nocturna y durante 48 horas, sin diferencias en el control de las cifras diurnas. La reducción progresiva de la TAS media nocturna fue el factor más importante en la reducción de eventos cardiovasculares.

Hay una drástica reducción de eventos cardiovasculares a largo plazo.