La ex Ruta 14 hoy es la autovía Artigas: “¿Dejó de ser la ruta de la muerte?”

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Indudablemente y sin temor a equivocarnos, desde la inauguración de esta autopista (el 30 de Noviembre de 2009) que une la Mesopotamia con Buenos Aires, en una extensión de 1127 kilómetros, hasta nuestros días, la cantidad de accidentes y fallecimientos se incrementaron notablemente a diferencias de los que acontecían por décadas pasadas que llevaron a denominar la Ruta 14 como “La Ruta de la muerte”.

 La falta de mantenimiento en muchos sectores, la falta de marcación y cartelización para advertir peligros, expresan el malestar de muchos conductores que hicieron llegar sus quejas a esta hoja y que a diario deben realizar ese tramo peligroso que abarca muchísimos kilómetros desde Zárate hasta Paso de los Libres en la provincia de Corrientes.

 Las multas a la empresa concesionaria se multiplican, pero eso parece no hacer mella porque las condiciones siguen sin mejoras y solo hace falta salir a recorrerla para darse cuenta el pésimo estado en que se encuentra y que es causa fundamental en los accidentes.

 Cuando baja el sol y se tiene que conducir con luces artificiales, el camino se hace complicado ante la falta de marcación en el piso y es una adivinanza a suerte y verdad.

 Aquí está la parte en donde se mezclan los precavidos con los irresponsables que van a exceso de velocidad, y todo este combo se une con las faltas mencionadas de no marcado y de asfaltos en mal estado, algunos rayados para dar un aspecto de arreglo, pero lo único que hace es contribuir a la desestabilización de los vehículos, así transiten a velocidades permitidas.

 En un momento se pensó en reunir a los intendentes o autoridades de pueblos por donde transita esta autovía como para que se exijan las mejoras que hagan falta para evitar más accidentes y muertes. Se desconoce si continúan las multas, si hay exigencias por parte de autoridades y principalmente, si hubo respuestas desde la concesionaria. Mientras tanto cada uno de los que sale a la ruta se encomienda a Dios o en quien tenga fe, para poder realizar el viaje que le toque. Muchos van y vienen a diario y son los que brindaron su queja por la falta de respuestas, otros que salen poco y en el desconocimiento del estado de la cinta asfáltica cometen errores que se pagan caros. Alguna respuesta habrá; alguna respuesta se espera y en él mientras tanto, los accidentes y las pérdidas de vida se suceden. Alguna vez se pensó y se dijo que esta construcción de la autovía era para mayor comodidad y para evitar accidentes en la Ruta de la Muerte, hoy por hoy parece que estamos lejos en números de esa realidad imaginaria.