La demanda del aceite de cannabis aumentó 59 veces

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En las oficinas de la empresa estadounidense que comercializa internacionalmente el aceite de cannabis -o de Charlotte, como también se lo conoce-, los pedidos desde la Argentina aumentaron 59 veces el año pasado.
La demanda para importar el producto al país creció sobre todo después de la segunda mitad de 2016, cuando se recalentó en nuestro país el debate social por la autorización de su uso medicinal.
Mientras en 2015 hubo nueve pedidos de pacientes argentinos, el año pasado se gestionaron 530 órdenes de compra online. «Todos los pedidos contaban con la autorización para uso compasivo de la Anmat», explicó el director de asuntos internacionales de la empresa Charlotte’s Web (CW), Ricardo Behrens.
Se entiende por «uso compasivo» el recurso que permite comprar en el exterior e importar al país, sin arancel, medicamentos que no se producen o no están disponibles localmente. La autorización la extiende la Anmat y el paciente necesita una indicación médica de uso y una constancia de que no responde a las terapias existentes, entre otros requisitos sobre los principios activos del producto que se está solicitando y su potencial utilidad.
Todos esos formularios y documentos se presentan en la oficina del Servicio de Comercio Exterior de la Anmat, que está ubicada en el edificio del Instituto Nacional de Medicamentos (Iname).
El año pasado ingresaron al país 580 goteros del aceite de CW. Los solicitaron, principalmente, pacientes con epilepsia refractaria (que no responde a los fármacos anticonvulsivantes disponibles) y con dolor difícil de aliviar con otras terapias.
Con sede en la ciudad de Denver, Colorado, la empresa utiliza plantas de marihuana genéticamente modificadas para poder producir aceite con un bajo porcentaje de tetrahidrocannabinol o THC (0,2%) y alto contenido de cannabidiol o CBD, que es el componente de la planta al que se le atribuyen los efectos medicinales. El THC es el elemento que genera adicción. «Las plantas, mientras crecen, no pueden pasar del 0,3% de THC, ya que entonces pasarían a ser consideradas marihuana y dejarían de ser cáñamo para las autoridades regulatorias», dijo Behrens.
La empresa comercializa el aceite como suplemento alimentario. La Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por su sigla en inglés) podría sancionar a la empresa si comprobara que el producto comercializado es marihuana. «Las plantas varían mucho en su porcentaje de THC de acuerdo con la cepa. Es posible que las que se usan para el autocultivo ronden entre el 10 y el 15%.»