Cerca de las 12:30 del miércoles el conductor de una Toyota se bajó y aparentemente dejó la puerta sin llaves. Esto fue observado por un hombre que tomó un maletín y se lo llevó hasta subirse a una camioneta Eco Sport color negra. La víctima alcanzó a ver el ilícito y dio aviso a la Policía. A los pocos minutos se irradió la localización del vehículo sospechoso que fue visto en calle Laurencena. Ahí se produjo la intervención del GIA y de la comisaría octava y del 911.

La Eco Sport fue parada y los tres ocupantes identificados y al observarse el maletín robado, quedaron demorados. Desde la Fiscalía se ordenó el secuestro de los elementos (chequeras, algo de dinero y documentación bancaria), como así también equipos de comunicación que estaban en poder de las tres personas.

Por todo esto, se ordenó la detención y derivación a la Alcaidía, acusados del delito de Hurto, pero a la vez se solicitaría información a las policías de Santa Fe y Córdoba para establecer si los dos hombres y la mujer cuentan con antecedentes o existen pedidos de detención.
Al día siguiente se realizó la apertura de la camioneta Eco Sport que fue precintada y secuestrada en la comisaría octava. Allí encontraron más elementos de robos ejecutados en la ciudad de Paraná.

Con esta novedad, personal de la Jefatura de Policía de Paraná y de la División Robos y Hurtos Cruzó información que permitió entender y aclarar algunas denuncias y por sobre todo la novedosa modalidad delictiva.

¿Cómo funciona?

De esa forma se descubrió que los delincuentes, desde la camioneta Eco Sport, contaban con dos equipos inhibidores de alarmas (muy similares a los equipos de comunicación, tipo Handy), que serían los utilizados para destrabar el sistema de cierre centralizado de los vehículos.

El inhibidor de alarmas es uilizado por los delincuentes en las proximidades del vehículo que desean robar, y se activa un botón en el momento justo en el que el dueño del auto pretende encender la alarma de su auto, anulando la señal emitida por el control remoto.

Las asociaciones de consumidores aconsejan cerciorarse de que el coche esté efectivamente cerrado antes de abandonarlo, tirando del picaporte o directamente cerrando con llave.

A veces los ladrones colocan su vehículo en doble fila, cerca de su objetivo, para asegurarse de que la onda llega y el coche queda abierto. Otros hacen rondas, dando vueltas a la manzana en busca de un incauto recién llegado. Muchos hacen como si estuvieran hablando por el móvil. Por eso es conveniente comprobar que en los alrededores del vehículo no hay nadie en una actitud vigilante o extraña. El problema es que detectar esto es imposible en la práctica sin incurrir en un comportamiento paranoide.

Así fue como se pudo aclarar el robo de herramientas y otros elementos de valor a un auto estacionado en el supermercado del parque nuevo, y confirmar que el empresario afectado por el robo de las chequeras, había cerrado la camioneta con el sistema de alarmas que luego fue vulnerado.

En tanto, una mujer en la zona del Parque Urquiza denunció que cerró su auto, y luego se le abrió la alarma. Y si bien no le dio importancia, advirtió con posterioridad que le habían robado elementos del interior. Igualmente, contó que no hizo la denuncia policial. Ella misma, horas después, cree que fue víctima del uso de un inhibidor de alarmas.

Pese a la información acercada por la Policía a la fiscalía en turno, y tras detallarse el uso de inhibidores, se dispuso que los dos hombres y la mujer fueran liberados. Seguirán supeditados a las causas por robos y hurtos, pero los mismos «volverán» cuando se les requiera cualquier trámite judicial en Paraná.