Las aves urbanas pueden morir por las altas temperaturas y nosotros podemos evitarlo con un simple gesto: poner un cuenco de agua en la ventana o patio.
La organización SEO Birdlife ha hecho un llamamiento ante este problema y Twitter se ha llenado de mensajes de alerta. De hecho, muchas personas ya han comenzado a publicar imágenes de sus recipientes para fomentar esta iniciativa. Aunque, de acuerdo, al técnico de SEO Birdlife, Luis Martínez, es mejor utilizar platos de barros utilizados para las macetas y eludir aquellos que sean de porcelana porque las aves se resbalan.
Los lugares en los que deben colocarse tienen que tener visibilidad, estar seguros para que no haya peligros, por ejemplo gatos, y hay que cambiar cada día el agua limpia. «Estos puntos son aprovechados por las pájaros», asegura el experto, que explica que una de las señas de deshidratación es que tengan el pico abierto y busquen una sombra.
La ola de calor ha provocado la muerte de muchas de estas especies y, en especial, de gorriones comunes que son una población que se está reduciendo peligrosamente según Martínez. «El plumaje de estas aves les protege del frío y calor pero la falta de acceso al agua puede producirle un golpe de calor o un debilitamiento del sistema fisiológico que puede llevarles a la muerte», anuncia el técnico.