Los cuidados que sostienen al mundo

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La agricultura industrial se enfoca sólo en 12 especies. Un nuevo cultivo biotecnológico puede llegar a costar 136 millones de dólares. Las redes campesinas manejan más de dos millones de variedades y las desarrollan sin costos comerciales.
El acuciante problema de la crisis de alimentación en el mundo se esboza en muchos lados como insuficiencia de alimentos pues la población crece exponencialmente y “no habrá comida que alcance”. Según los expertos, más de 800 millones de personas padecen hambre y más de la mitad de la humanidad tiene problemas relacionados con la alimentación. Quienes brindan una solución a esa crisis, quienes subsanan la subsistencia de la mayoría de la humanidad, son esos pueblos y comunidades campesinas, acusadas de atrasadas e ineficaces, los pueblos vernáculos del mundo.
Más del 90% de las y los agricultores del mundo son campesinos e indígenas, pero acceden a menos de la cuarta parte de la tierra agrícola mundial, según datos de GRAIN. Y sin embargo, con ello producen entre el 50 y el 70 por ciento de la comida que mantiene viva a la gente. Sustentos básicos (cereales, leguminosas, tubérculos) pero también animales, frutas y hojas verdes que se distribuyen en mercados locales en cantidades importantes, total o parcialmente al margen del mercado, y llegan a sitios inaccesibles para los contenedores rodantes que distribuyen los paquetes de alimentos procesados.
Si asumimos la perspectiva de Adolfo Gilly sobre los historiadores a contrapelo que develan que casi la totalidad de la actividad económica la realiza una inmensa mayoría de seres humanos sin lugares prominentes en las cifras oficiales, ni en las inteligencias de derecha o izquierda, ni en los liderazgos de opinión, ni en los debates entre élites, es fácil comprender que la mayoría de la alimentación que nos mantiene con vida la provee esa miríada de redes campesinas y urbanas de subsistencia, rompiendo así el monopolio radical del pensamiento que presupone que sólo la industria puede resolver el problema de alimentar a una población planetaria cada vez más numerosa.