Desde el Instituto de Inmuno Oncología Dr. Ernesto J. V. Crescenti advierten que con controles periódicos y una detección temprana, esta enfermedad puede prevenirse. Por ello aconsejan:
Chequeos anuales: Visitar periódicamente al ginecólogo para efectuar un Papanicolaou (permite detectar alteraciones incipientes del cuello uterino), una Colposcopia (visualiza el cuello del útero para localizar posibles lesiones premalignas), y un Test de Captura Híbrida 2 (prueba sencilla e indolora que detecta, con una certeza superior al 98,5%, la presencia de lesiones premalignas).
Vacunación: La vacuna fue incorporada al Calendario Nacional de Vacunación y debe aplicarse en forma gratuita y obligatoria a los 11 años.
Cuidados sexuales preventivos: Debido a que frecuentemente no aparecen síntomas, es muy difícil saber si alguien está infectado. Por ello, se debe usar siempre preservativo ya que reduce el riesgo de contraer VPH y otras enfermedades de transmisión sexual.