Otro homenaje para Francisco: bolillas con el rostro del Papa

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La fábrica de bolitas (bolillas o canicas) de vidrio Tinka, ubicada en la ciudad de San Jorge y única en Sudamérica, produjo una edición especial de dos mil bolitas con la cara del Papa Francisco.

La idea la gestó un vecino de la ciudad que quiere organizar un viaje al Vaticano y llevarle la curiosidad al Sumo Pontífice de la Iglesia Católica junto con otras artesanías de San Jorge.

«Si bien esto todavía no llegó al destino para el que fue hecho, desde que se conoció que hicimos las bolitas personalizadas como la de la cara del Papa, se produjo un gran interés por parte de los medios de todo el país y de potenciales clientes, y eso seguramente abrirá nuevas puertas y oportunidades para nuestra empresa», explicó a La Capital, Adrián Náñez, socio gerente de la fábrica Tinka.

Creada hace 64 años

La empresa, creada en 1953, además de fabricar bolitas con fines lúdicos, destina gran parte de la producción para el sector industrial que las aplica a la manufactura de pinturas en aerosol o al granallado de las piezas metálicas.

Tinka se constituyó en una importante fuente de mano de obra para la ciudad desde sus inicios y además en una tradición con fuerte carga sentimental para sus socios, las familias Chiarlo y Reinero. Actualmente trabajan ocho empleados y la producción se realiza de acuerdo al stock existente y la cantidad de pedidos.

En las épocas de mayor producción se trabaja durante tres semanas al mes, cuando llegan a fabricar hasta 400 mil bolitas que se almacenan en tachos de metal y luego de transcurridos los tres días necesarios para que se enfríen, son empaquetadas en bolsitas de red para ser distribuidas.

En sus 64 años de existencia, la fábrica tuvo que atravesar múltiples crisis; una de las últimas fue los grandes aumentos en insumos vitales como el gas.

También batallan con otros problemas como la competencia con las bolitas importadas. Pero siguen luchando para que el juego no desaparezca a base de innovaciones, como la invención de la «bolita lechera», la bolita del Papa o con escudos de clubes de fútbol.