Licuado de perejil y cebolla: Licuar estos dos ingredientes y agregar el jugo de un limón. También se le puede añadir un poco de miel para endulzar el preparado. Beber todas las mañanas en ayunas.

Té de semillas de calabaza: Machacar un puñado de semillas frescas y colocar en una taza. Llenarla con agua hirviendo. Dejar enfriar, colar y beber una medida de esta infusión a diario. Estas semillas también pueden comerse crudas, ya que son una buena fuente de zinc, un mineral importante para la salud de la próstata.

Infusión de barbas de maíz: Esta bebida resulta útil para aliviar la inflamación de la próstata. Colocar las barbas de seis choclos en un litro y medio de agua hirviendo y dejar a fuego muy lento por 10 minutos. Colar y tomar una taza día de por medio.