Lavarse muy bien las manos, fundamentalmente después de ir al baño o de haber manejado pañales de bebé; y antes de preparar o consumir alimentos. También es importante lavar las manos de los niños con frecuencia.

Evitar comer alimentos en la calle o en sitios en donde la higiene y preparación es dudosa.
Evitar que los niños con diarrea estén contacto con otros chicos en guarderías o jardines infantes.
Beber abundante líquido durante todo el día.

Tomar siempre agua segura y potable. En caso de salir de viaje, tomar únicamente agua embotellada.
Evitar poner a las bebidas hielo de origen dudoso.
Lavar y desinfectar verduras y frutas antes de comerlas.

Mantener bien refrigerados alimentos como quesos, leche, manteca, crema y carnes.
Evitar la ingestión de alimentos que hayan permanecido más de un día a temperatura ambiente antes de ser cocinados.
Cocinar correctamente los alimentos y verificar siempre la fecha de vencimiento de los productos.

Cuidar la higiene de la cocina y de los utensilios. No permitir la presencia de animales en la cocina.
Si hay varias personas afectadas por gastroenteritis en la casa, desinfectar periódicamente el baño.