Consiste en una obstrucción respiratoria mientras se duerme. No sólo altera el ciclo normal de los sueños de cada noche sino que afecta la calidad de vida de quien la padece, especialmente en las tareas que debe encarar durante el resto del día. Así se manifiesta:

Cansancio diurno: Sentir cansancio y sueño durante el día es uno de los signos más típicos del mal descanso.

Subir de peso: El aumento de peso sin razón a aparente puede estar relacionado a este trastorno.

Dolor de cabeza al levantarse: Si se despierta cada día con una fuerte jaqueca puede tratarse de un caso de apnea.

Visitas nocturnas al baño: Si bien en algunos casos la necesidad de orinar es el motivo de despertarse en medio de la noche, los episodios de la apnea también pueden ser la causa.

Irritabilidad y mal humor: De acuerdo a la Escuela Médica de la Universidad de Harvard, las personas que no disfrutan de un sueño prolongado están más estresadas, enojadas, tristes y mentalmente exhaustas.

Problemas para conducir un vehículo: Aquellas personas afectadas por la apnea tienen el doble de posibilidades de protagonizar un accidente de tránsito que las que no la padecen. También son más propensos a padecer accidentes laborales y hogareños.

Disfunción eréctil: Es otro de los síntomas de la apnea en los hombres, según la Fundación Nacional del Sueño de Estados Unidos.