Higiene bucal inadecuada: El cepillado y el uso de hilo dental todos los días es fundamental para eliminar partículas de comida que se quedan en la boca y entre los dientes, favoreciendo el crecimiento de bacterias que causan mal aliento.

Placa bacteriana: Si la higiene bucal no es correcta y regular, incluyendo las encías y la lengua, se acumula placa bacteriana, que también genera mal aliento.

Otros problemas bucales: Caries, absceso dental, enfermedad de las encías (gingivitis), así como el uso de prótesis dentales, pueden ser causantes de halitosis. Las restauraciones dentales deficientes, coronas y puentes en mal estado también pueden causarlo ya que favorecen el depósito de bacterias y alimentos.

Fumar: Puede causar mal aliento crónico porque el alquitrán y la nicotina se acumulan en las superficies de la boca.

Presencia de ciertas enfermedades: Las infecciones de los conductos respiratorios o de la garganta, la sinusitis crónica, la bronquitis crónica, la diabetes, las molestias gastrointestinales, o ciertas dolencias en el hígado o los riñones pueden causar halitosis.
Consumo de algunos alimentos, como repollo, ajo o cebollas crudas.

Medicamentos: Principalmente los fármacos antidepresivos, antipsicóticos, antiparkinsonianos, antiespasmódicos, diuréticos, sedativos y antihipertensivos.