Como se adelantara en el dia de ayer en el programa, Licencia para Hablar, conducido por Francisco Maquiavelo, el error lo hizo notar Silvia Mathey Doret, directora de la Escuela N° 54 Carlos Souriges, del barrio Perucho, en San José, departamento Colón: la Provincia giró un cheque para la ampliación de las instalaciones del establecimiento educativo, un acuerdo que viene de larga data, pero al revisar el documento, se dieron cuenta de que estaba a nombre del exintendente,

“Llegó la plata para la Escuela N° 54! Ah, no, esperá, qué contrariedad. Hicimos mal el cheque! Podés creer que lo hicimos a nombre del intendente Canali?”, publicó la directora en su muro de Facebook.

Se trata de una de las primeras escuelas primarias en las que la provincia comenzó la prueba piloto de la extensión de jornada bajo la modalidad “Nina”. Fue en 2013. Dos años después, en 2015, la Provincia y el Municipio de San José acordaron diferentes acciones para encarar trabajos de infraestructura en la Escuela Carlos Souriges. Los trabajos serán ejecutados en etapas por el municipio y financiados por la provincia.

La obra se pensó en dos etapas. En una primera parte se construirían tres aulas y un salón multipropósito con una inversión de más de dos millones de pesos.

Pero aquel acuerdo tardó en concretarse.

A fines de agosto de 2016, previa ratificación del convenio por parte de la nueva intendente de San José, Irma Monjo, la Provincia prometió enviar los recursos, por lo que la obra se comenzó en septiembre del año pasado.

A partir de ese momento y a pesar que tanto la Municipalidad como la empresa cumplieron los plazos previstos de avance, el Gobierno Provincial no aportó un peso más que unos primeros $300.000.

No surtieron mayor efecto todas las gestiones realizadas por la Intendente y por el Senador para apresurar los pagos y evitar la paralización de la obra. Fue inevitable, por algún motivo, los nuevos pagos estaban “trabados”.

El jueves 24, visitó San José el ministro de Planificación, Luis Benedetto, y lo hizo en compañía de la diputada provincial Miriam Lambert, y del esposo de ésta, el intendente de Colón, Mariano Rebord.

Entre las actividades previstas estaba la demorada entrega de un cheque por $600.000 a la Municipalidad de San José, para abonar los certificados de obra vencidos.

La arquitecta Betiana Rossier, encargada zonal de Arquitectura y persona de extrema confianza de la diputada Lambert, entregó el aporte a la intendenta Irma Monjo el día después de la visita. Entonces, cayeron en la cuenta del error en el trámite: el cheque había sido confeccionado en forma errónea, y no figuraba el nombre de Monjo sino del senador Canali.

“Si esto no es una tomadura de pelo lisa y llana… que alguien me explique qué es…”, bramó la directora de la escuela cuando se enteró del error.