Los grandes remedios de la abuela para el resfrío

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Sopita de pollo, ungüento de alcanfor, infusiones con limón y miel… Estos y otros remedios utilizados por las familias desde hace décadas tienen efectividad comprobada.

El resfrío es una de las infecciones respiratorias más comunes del planeta. Existen más de doscientos virus que pueden ocasionar la enfermedad, aunque el rinovirus es la variante típica. El contagio se produce principalmente por inhalar en ambientes cerrados las microgotas de fluidos que se encuentran en el aire debido a alguien tose o estornuda, o por contacto con fluidos infectados que se encuentran en las mucosas y salpicaduras de saliva.

El tiempo que transcurre desde que se produce el contagio hasta que se presentan los primeros síntomas es de unos tres días. Si ya se pescó uno, le contamos los mejores consejos y remedios caseros que alivian mucho el cuadro.

Yuyos sanos

El sauco es una aspirina natural. Alivia el cuerpo cansado con una infusión de corteza y bayas de sauco. Este árbol contiene ácido salicílico, una sustancia semejante a la de las aspirinas, que ayuda a aliviar el dolor y la fiebre. También contiene sambucol, que combate la infección del virus de la gripe, explica la Dra. Madeleine Mumcuoglu, especialista en virología.
Si le gusta el té verde, aproveche. Un estudio realizado en Japón encontró que el té verde contiene catequinas, sustancias con propiedades antivirales que ayudan a combatir e incluso a prevenir la gripe. La mejor manera de aprovechar sus beneficios es hacer gárgaras: los expertos aseguran que así las áreas afectadas quedan mejor expuestas a los efectos antivirales del té.
Infusión de jengibre, imbatible. Para el malestar, pique una cucharada de jengibre fresco y agréguelo a una taza de agua hirviendo. Puede añadir miel y un poco de limón. El jengibre te ayudará a sentir mejor por sus propiedades analgésicas, antipiréticas y antibacteriales, según un estudio de los Archives of Family Medicine.
Vaporizaciones de eucalipto, solo 2 veces al día. Abre tus vías respiratorias y alivia la irritación de la garganta con vapor de eucalipto, que tiene propiedades expectorantes. Con mucho cuidado, vacía agua muy caliente en una vasija amplia y agrega aceite u hojas de eucalipto. Coloca una toalla en tu cabeza para tratar de atrapar todo el vapor y poder respirarlo. Hay que hacerlas dos veces al día por unos diez minutos porque pueden causar el efecto contrario.

En la alacena

Miel: La miel es un expectorante natural, ayuda a eliminar las flemas, y es útil para controlar y combatir las infecciones en la garganta, gracias a sus propiedades antisépticas. Para que actúe directamente en tu garganta, haz gárgaras con una infusión tibia de hojas de frambuesa y dos cucharadas de miel en media taza de agua. Una infusión caliente de limón, con jugo y cáscaras, contribuye a combatir los síntomas del resfriado, pues el limón no sólo aporta vitamina C, sino que tiene propiedades antibacteriales, antivirales y antiinflamatorias. Haga su infusión más efectiva y deliciosa agregando un poco de miel
Frutas cítricas: “La vitamina C fortalece el sistema inmunológico, ayuda al cuerpo a combatir la gripe y a evitar complicaciones, como la pulmonía”, asegura el Dr. Mark Moyad, de la Universidad de Michigan. La mejor manera de obtener esta vitamina es a través de las frutas cítricas.
Ajo, el aliento de la salud: No sólo es efectivo para ahuyentar a los vampiros, sino también para combatir enfermedades: el ajo es rico en alicina, una sustancia con propiedades antisépticas que ayuda al cuerpo a combatir la gripe y otras infecciones. Goza de sus beneficios tomando una infusión de ajo picado, miel y limón.

Agua y sal para descongestionar

Hay remedios caseros para la congestión nasal. Mezcle un cuarto de cucharadita de sal marina sin yodo y un cuarto de cucharadita de bicarbonato en una taza de agua tibia. Vierta un par de gotas en cada fosa nasal, luego inclínese hacia adelante para que escurra un poco y suene su nariz suavemente.

Al mismo tiempo, esta irrigación mejora la limpieza de los conductos nasales. Según la Dra. Ann Mullen, de la Asociación de Educadores sobre Asma, irrigar la nariz con una solución salina ayuda a limpiarla de moco, mejorando la respiración, pero también ayuda a eliminar las sustancias alérgenas y a combatir las bacterias y virus que puedan alojarse en la nariz.

Sopa de pollo y alcanfor

Un estudio de la Universidad de Nebraska confirmó lo que todas las abuelas ya sabían: una sopa de pollo te hace sentir mejor porque reduce la congestión y lubrica la garganta, aliviando la irritación. Además, contiene compuestos químicos semejantes a los antigripales, que ayudan a sanar más rápido.

Otro remedio que viene desde los tiempos de los abuelos es el ungüento de alcanfor. Si tu nariz se ha irritado de tanto limpiarla, aplica una cantidad pequeña de ungüento de alcanfor y eucalipto. El vapor del eucalipto abrirá las vías respiratorias y evitará la congestión, y el alcanfor aliviará el dolor y la irritación en la piel, gracias a sus efectos analgésico y antiséptico.