Será este jueves en Costa Alta, como hace dos años con Macri. Esta vez vendrán Frigerio y Sanz y el cubierto duplicará el valor de 2015. Aun así, costará la mitad de la cena recaudatoria de Santa Fe. Candidatos, legisladores e intendentes se tuvieron que poner a vender tarjetas.

Aunque la decisión en Cambiemos de recaudar fondos para la campaña con este tipo de actividades ya se conocía hace meses –y de hecho se viene realizando de este modo en todo el país- no hay entre la dirigencia macrista y radical mucho interés en hablar del tema.

Es que la imagen de un conjunto de privilegiados capaces de pagar 10 mil pesos por cabeza para cenar no suena ciertamente muy popular. Más bien todo lo contrario: consolida la idea de que el que encabeza Mauricio Macri es un gobierno para ricos y que lo que estará haciendo este jueves en Paraná –a través de sus delegados Rogelio Frigerio y Ernesto Sanz- será cobrarle futuros favores.

Saben que el argumento de la transparencia en el financiamiento de la campaña –al que en teoría aportaría este tipo de recaudación privada, sin afectación de fondos públicos- no es tan sólido y popular como para contrarrestar la anterior lectura, no ya en el conjunto social, sino entre sus propios militantes.

Como sea, la cena se hará este jueves en el salón de fiestas Costa Alta, ubicado en avenida Almafuerte al 1887. Es el mismo lugar en el que hace casi dos años se montó una cena de recaudación de fondos con la presencia de Maurico Macri. Al menos aquella vez el candidato a presidente pudo reunirse previamente, en un acto en el Club Olimpia, con los militantes que nunca en su vida pagarán 10 mil pesos para cenar.

Según la cara

Hace dos años el cubierto costó la mitad, 5 mil pesos. Al menos ante los empresarios amigos Cambiemos estaría reconociendo una inflación del 100%.

En rigor, el precio se fija según la cara del cliente y, como tantas otras cosas en Cambiemos, desde Buenos Aires. Frigerio entendió que 10 mil estaba bien, a pesar de que en otros lugares del país con una concentración de recursos más importante que Paraná, como San Fernando, provincia de Buenos Aires, la tarjeta costó este año 5 mil.

En Santa Fe, en cambio, el cubierto para la cena que a fines de julio tuvo como invitado al jefe de Gabinete Marcos Peña se cobró 20 mil pesos. Y parece que van a repetir.

Vendedores

Tratándose se comensales tan patrimonialmente top, los encargados de vender las tarjetas son los dirigentes de la primera línea de Cambiemos.

El propio Atilio Benedetti, que encabeza la lista de candidatos a diputados nacionales, es el que más cantidad de cubiertos tiene para vender. Dicen que al empresario y director del Banco Nación le asignaron 10 mesas, con 10 comensales cada una. A razón de 100 mil la mesa, debe juntar un millón de pesos.

La candidata que le sigue en la lista, Alicia Fregonese de Marcuard (dirigente de la Sociedad Rural) tiene que vender la mitad: cinco mesas, es decir, medio millón de pesos.

El intendente de Sauce de Luna, Jorge Lacoste, que va en el tercer lugar de la lista, buscó auxilio entre sus pares para ubicar las 30 tarjetas que necesita para llenar las tres mesas que le asignaron vender.

Los senadores y diputados la tienen un poco más fácil. Cada uno tiene que llenar media mesa, es decir, cinco cubiertos. Lo que importa es que junten 50 mil pesos cada uno, sea vendiendo las tarjetas o poniendo la plata de su bolsillo.