Compresas frías: Aplicar hielo directamente sobre la rodilla durante 10 minutos. Repetir tres veces al día para bajar la hinchazón. Evitar el calor durante las primeras 48 horas de ocurrida la lesión (compresas o baños calientes).

Masajes con aceite de oliva: Es uno de los mejores desinflamantes naturales que existen y, además, ayuda a estimular la circulación sanguínea. Realizar un suave masaje con movimientos circulares dos veces al día (por la mañana y por la noche). Si no tiene aceite de oliva, puede hacerlos con aceite de coco, que también posee propiedades antiinflamatorias efectivas para aliviar dolores articulares.

Usar un vendaje de compresión: Envolver la rodilla en un vendaje elástico ayudará a reducir la hinchazón. Sin embargo, tenga cuidado de no apretar demasiado la zona. Si siente adormecimiento, hormigueos, nota un color extraño o aumenta el dolor, significa que el vendaje está muy ajustado.

Paños de árnica: Si la hinchazón de la rodilla se debe a un golpe, se pueden colocar sobre la zona paños de tintura de árnica, una planta con potentes propiedades antiinflamatorias.

Solución de pimienta y vinagre: En una taza de vinagre de sidra de manzana, verter media cucharadita de pimienta de cayena en polvo y mezclar. Empapar un paño con esta preparación y colocar sobre la zona afectada. Dejar actuar 20 minutos y enjuagar con agua. Repetir dos veces al día hasta que la inflamación haya desparecido.