Se dice que es mejor encender una vela que maldecir la oscuridad. Es posible adaptar el proverbio y aconsejar la lectura de un libro antes que sucumbir al estrés. Bautizado con ese nombre en 1950 por el médico y bioquímico húngaro Hans Seyle, el estrés representa, según la Organización Mundial de la Salud, una de las amenazas más temibles del siglo XXI.

Este año, en las librerías porteñas aparecieron guías y manuales con una fórmula mágica enunciada de forma explícita: «Llibros antiestrés». ¿Una etapa superior de la autoayuda? A los libros para colorear, que causaron sensación en 2016, se añaden ahora títulos firmados por narradores, terapeutas e incluso empresarios que ofician de coacherings espirituales.

«Soy susceptible al estrés y tengo muchos miedos -cuenta Silvia Arazi, actriz, escritora y autora de Botiquín antiestrés. Recursos para recuperar la serenidad y la salud (Ediciones B)-. Fue esa fragilidad lao que me llevó a pensar y a escribir este libro.»

Arazi concibe el estrés como una pérdida de la serenidad y en el libro caracteriza los principales «ladrones de paz»: el miedo, la queja, la indecisión.

El libro de Arazi incluye ejercicios de respiración, meditación y relajación, cuentos orientales y herramientas para recuperar el bienestar. «Creo en los mundos sutiles -dice la autora-. En mi vida, la meditación, la oración y el canto son medicinas para el alma. Escribí este libro para todos o tal vez para mí misma, buscando compartir y recordar algunos recursos para vivir en paz, esa utopía.»

«Los libros de crecimiento personal siguen en la punta del ranking de ventas -asegura Juan Pretini, de la editorial Urano-. Entre ellos figura El poder del espejo, de Hay. Todos sus libros son clásicos. Para el 8 de octubre, día de su nacimiento, estamos preparando un homenaje en todas las sedes de Urano del mundo.» Según Pretini, el género de crecimiento personal no cambió mucho en el tiempo, «básicamente porque las preocupaciones son las mismas: la felicidad, el hogar, las relaciones de pareja». No obstante, advierte nuevos matices en la escritura. «Dejó de ser puramente emocional para incorporar, quizá en una búsqueda de «cientifización» o prestigio, conceptos de disciplinas como neurociencias, psicología o medicina.» Para ahuyentar el estrés, Urano dio en el blanco con los libros para colorear, como El océano perdido y La jungla mágica, de Johanna Basford, e incluso uno de Hay, Afirmaciones para colorear.

Tal vez Kier, editorial que en 2017 cumplió ciento diez años, combatía el estrés antes de que el estrés existiera. «Para nosotros no cambió tanto», dice Jesica Pibernus. Como ocurre en otras editoriales locales, destaca que los libros sobre la técnica de mindfulness («atención plena») están de moda. «Se venden mucho; las personas se los llevan para «bajar» la ansiedad o la angustia», cuentan los vendedores de la librería homónima en la avenida Santa Fe. Entre los títulos más buscados actualmente, se encuentran Mindfulness. 7 principios para sanar y reinventar tu vida, de Adrián Jaime, y 7 estrategias para combatir el estrés (Kier), de Mike George. Y adelantan que una técnica hawaiana para calmar la angustia ya se ha impuesto. Sobre el mantra Ho’ponopono, se han publicado varios títulos.

Salir del agujero interior

Desde la Cámara Argentina del Libro indican que los libros de autoayuda y bienestar personal crecieron lenta pero sostenidamente a partir de 2011 y que en la Argentina ya alcanzaron el 5% del total de la producción en 2016. En ese porcentaje, además de libros de religión, astrología y yoga, se cuentan las guías antiestrés, producto de experiencias personales, técnicas y prácticas en apariencia anodinas como colorear, caminar y respirar en grupo. En los dos grupos editoriales más grandes del país, Penguin Random House y Planeta, este segmento representa cerca del 17% de la producción anual de libros.

Editora en PRH, Florencia Cambariere advierte una transformación en el mercado de libros para el bienestar. «Buscamos referentes en los temas que nos interesa divulgar y la clave está en encontrarles la voz narrativa -sostiene-. Queremos que puedan convertirse en divulgadores. Si eso no se logra, el libro fracasa.» Mientras que antes las personas buscaban libros testimoniales, incluso de celebridades que iluminaran con su experiencia algún tema particular, «hoy hay un lector más culto que se anima a acercarse a este género, a buscar e investigar», sugiere la editora, y menciona como ejemplos Ágilmente y EnCambio de Estanislao Bachrach y Mindfulness en la era del miedo y la ansiedad de Clara Badino.

Silvia Itkin, directora de Ediciones B, afirma que el público se amplió. «El género superó prejuicios y barreras y hoy tiene una franja diversa de lectores fieles -dice-. Posee trayectoria y grandes éxitos editoriales. Pienso en Bernardo Stamateas y Derek Chopra. Los editores aprendimos mucho de esos contenidos y buscamos originalidad en las perspectivas. Se hace más ardua la tarea de encontrar una nueva voz que interpele al público y gane lectores.» En esa búsqueda, la voz puede provenir del mundo empresarial, deportivo, espiritual o simplemente de alguien que cuenta historias de gente común para mostrar ejemplos de vida, como el caso de Mario Javier Vaena, autor de Construye tu fuerza y Reinventa tu vida, entre otros. «Con su libro Detenerse, mirar, perdonar, amar, Enrique Guiraud está teniendo una excelente bienvenida», anuncia.

«Los libros llamados «de autoayuda» tienen distintas vertientes -aclara Mercedes Güiraldes, editora del Grupo Planeta-. Las tendencias más actuales en el género se definen por una preferencia por lo natural, por la idea de vivir plenamente en el presente, por la búsqueda de la relajación y el bienestar.» Entre los más requeridos por los lectores, predominan los que transmiten enseñanzas por medio de una historia o un relato autobiográfico, como hace Marina Borensztein en Así me cuido yo y Jorge Bustamante en Vida simple, vida zen. Quizás no haya soluciones para todos los problemas, pero al menos existen libros que ayudan a transitarlos de manera diferente.