Se encuentra en hortalizas de hoja verde (espinaca, acelga, perejil, lechuga, etc.), verduras coles (repollitos de Bruselas, brócoli, coliflor y repollo), pescado, hígado, carne rojas, huevos y cereales. Estos son sus beneficios:

Es fundamental para que la sangre coagule: Por eso se la conoce popularmente como la vitamina de la coagulación.

Previene la osteoporosis: Estudios han demostrado que las personas con niveles más altos de vitamina K tuvieron un riesgo significativamente menor de osteoporosis y sus problemas relacionados, como fractura de cadera.

Evita la calcificación de las arterias: La arteriosclerosis es una enfermedad que ocurre cuando se pierde calcio en las arterias, lo que genera daños en el corazón.

Es aliada de los diabéticos: Estudios japoneses han demostrado que la deficiencia de vitamina K puede generar problemas pancreáticos debido a la liberación de un exceso de insulina en la sangre.

Mejora el funcionamiento del cerebro: Sin la suficiente vitamina K para regular el flujo de calcio en todo el organismo, el daño arterial puede causar problemas en la función cerebral.