Cambiemos no quiere hacer olas
— 06/10/2017 Comentarios desactivados en Cambiemos no quiere hacer olas 14Manejan pronósticos favorables para el 22 de octubre. Pero tienen prohibido exhibirlos. Temen que la militancia se confíe demasiado y no se esfuerce. Los más optimistas calculan que duplicarían la diferencia a favor que obtuvieron frente al PJ en las PASO.
Aunque no parezca, en poco más de dos semanas hay elecciones. Si no parece es porque prima la idea de que en Entre Ríos la suerte está echada a favor de Cambiemos y que el 22 de octubre no se modificará el mapa del reparto de poder que dibujaron las PASO de agosto. El desánimo que domina las filas del PJ es lo que más cuerpo le otorga a ese pronóstico.
Sin embargo, en Cambiemos no se percibe una contracara anímica. Aunque están confiados en que la ola nacional que los favorece será imparable, quieren evitar caer en el triunfalismo. Con optimismo contenido, cruzan los dedos para que la cosa siga así, como hasta ahora: sin sobresaltos que puedan alterar el humor del electorado.
Pero están convencidos que ningún pronóstico, por favorable que resulte, habilita a hacer la plancha en el trabajo proselitista. Y temen que eso ocurra si se difunden los datos que manejan.
Se trata de una estrategia que aplica Cambiemos en el orden nacional: mantener las buenas noticias en reserva, para que la militancia no baje la guardia y ponga todo su esfuerzo en cada territorio.
Cuando Página Política pregunta, aseguran que desde Entre Ríos no han encargado mediciones propias del conjunto provincial; que sólo tienen algunas muestras pequeñas en algunas ciudades; y que las encuestas que le toman el pulso al conjunto del electorado entrerriano se han encargado desde Buenos Aires. Pero parece que Rogelio Frigerio no las quiere mostrar. O eso dicen.
En cualquier caso, todas las estimaciones apuntan a aumentar la diferencia obtenida en las PASO. Por las mismas razones que ya dio Página Política el mes pasado.
Más razones
Además de las ya expuestas, el aumento de votos se explicaría, en principio, en las siguientes razones:
-La aparición de los primeros datos de recuperación de la economía, algo que en agosto no existía y hasta resultaba negativo.
-El voto a ganador, que le da confianza a los que en agosto creyeron que no podían ganar y que por eso no los votaron, o directamente no fueron a votar.
-La recuperación general que advierten en todos los pueblos. El caso que más le llama la atención es el histórico bastión peronista de Concordia, donde advierten cambios en barrios que en otras elecciones le eran hostiles. En las PASO, el PJ obtuvo una diferencia a favor de 12 puntos, pero en el mano a mano la lista que encabezó Atilio Benedetti superó a la de Juan José Bahillo.
-Esperan que el 22 de octubre vaya a votar entre un 8 y un 10 por ciento más que en agosto. Calculan que la mayoría de ese electorado votará a Cambiemos, porque son votos de la zona rural, de gente que no sabía si valía la pena o no ir a votar en las PASO.
-Confían en retener los votos de las listas opositoras de la interna. Creen que al peronismo le costará más hacer lo mismo. Evalúan que el que votó a Gracia Jaroslavsky o a Alejandro Carbó no tiene muchos argumentos para no votar a la lista que encabeza Benedetti. Sostienen que por más diferencias políticas que tengan con el candidato o con la conducción política de Frigerio, se trata de un voto a Cambiemos, a Macri. En cambio, ven que las diferencias en el peronismo tienen una carga ideológica más fuerte.
-Esperan que la elección se polarice aún más que en agosto. Y en ese movimiento aparece un dato nuevo: no descartan que incluso algunas opciones de la interna del peronismo vayan para Cambiemos.
Optimismo es lo que sobra en las filas de Cambiemos. Pero prefieren que no se publique.
