Combate el tránsito lento: Sus semillas son muy ricas en mucílagos, lo que hacen del llantén una planta muy apta para tratar el estreñimiento. Tomar entre 1 y 3 cucharadas de semillas al día con abundante agua.

Es un eficaz antigripal: Es una planta expectorante de las vías respiratorias, reduce la fiebre y elimina la afonía. Es muy útil para los catarros, la gripe y las infecciones de faringe, laringe y bronquios. En estos casos, se recomienda mezclarlo con malvavisco, agrimonia y flor de malva. Hervir durante dos minutos una cucharada sopera de la mezcla por vaso de agua. Dejar en reposo diez minutos, filtrar y añadir una pizca de miel. Tomar tres tazas diarias.

Tiene efecto antiinflamatorio: Actúa contra el dolor de oídos y de muelas. También reduce la inflamación y los ojos cansados. Para estos casos, realizar un baño ocular con el líquido resultante de la decocción de cinco cucharadas de hojas secas por litro de agua por 15 minutos.

Es digestivo: Es eficaz en caso de indigestiones, inflamaciones gástricas, diarreas, colitis y exceso de gases en el abdomen. En casos de acidez de estómago y para normalizar las funciones del sistema digestivo, se puede probar el llantén combinado con partes iguales de poleo, cola de caballo, bolsa de pastor y regaliz. Tomar una taza luego de cada comida.

Cura las heridas: Sus propiedades hemostáticas, favorecen la coagulación de las heridas externas, evitando el sangrado de las mismas. Ante encías sangrantes, se puede masticar una hoja fresca de llantén durante unos minutos, pero no tragar el líquido.