En el último año, 10 niños han fallecido en accidentes evitables en Entre Ríos

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Los dos casos que son noticia este jueves ocurrieron en la ciudad de Concordia y se suman a una lista de niños que murieron o sufrieron lesiones de gravedad en el último año en distintos puntos de la provincia de Entre Ríos. Elonce.com repasa los casos más resonantes.

La muerte del niño de un año en Concordia se produjo en el hospital Masvernat, donde permanecía internado luego de ingerir querosén en su hogar, aparentemente en un descuido de sus padres: los mayores estaban pintando y el chico bebió el líquido almacenado en una botella de gaseosa. La intoxicación le produjo daños gastrointestinales y también en el sistema respiratorio. Murió en la madrugada de este jueves.

También en Concordia, permanece internada en grave estado una nena de tres años que cayó desde unos tres metros, desde la planta alta de un club, cuando se corrió una chapa. El accidente ocurrió cuando la menor estaba junto a su familia en el club Río Uruguay, cerca de la medianoche de este jueves. Desde el hospital Masvernat se informó que, a raíz del golpe, la nena sufrió traumatismo encefalocraneano, fractura de muñeca, traumatismos y politraumatismos con escoriaciones.

Los casos más resonantes
En diciembre del año pasado una nena murió en el hospital San Roque de Paraná, adonde había llegado con el 50 por ciento de su cuerpo quemado. Tenía tres años, vivía en San Benito y el accidente se produjo presuntamente cuando se estaba bañando: apagó la canilla de agua fría, quedando expuesta al agua hirviendo y no pudo recuperarse de las lesiones. Murió luego de estar 40 días internada.

También en diciembre de 2016, una nena de seis años que paseaba en bicicleta frente a su casa en el barrio Procrear, en la ciudad de Crespo, fue atropellada por un camión regador del municipio local. Las graves lesiones que sufrió motivaron su fallecimiento en forma instantánea.

En enero, un bebe de un año y medio murió ahogado en Nogoyá luego de que la casa de su familia se inundara durante una de tormenta que azotó la zona. Según la policía, la familia había sido advertida de la necesidad de evacuar la vivienda, pero decidieron quedarse. Por la noche, la madre amamantó al niño y lo dejó en su cuna. A las pocas horas, en plena tormenta, el agua alcanzó la habitación. Cuando los adultos se dieron cuenta, había 20 centímetros de agua y el bebé estaba caído, ahogado, boca abajo entre la pared y la cuna.

En enero fue hallado tras varios días de búsqueda el cuerpito de Liz Morkel, de dos años, que había desaparecido mientras jugaba con su hermanita de 4 años en la orilla del río Paraná, en el camping municipal de Valle María. La nena había concurrido al lugar desde General Ramírez junto a parte de su familia y en un descuido de los adultos que la vigilaban fue arrastrada por las aguas.

En marzo de este año, murió en el hospital San Roque de Paraná un niño de 2 años, Mateo Tomás, que había caído a una pileta en una quinta en Gualeguaychú. Fue diagnosticado con muerte cerebral a las pocas horas de ser ingresado al nosocomio local, tras ser derivado desde el hospital Centenario de la ciudad del sur entrerriano. Ante lo irreversible del caso, sus padres decidieron dar intervención al Incucai para la donación de órganos. El chico estaba jugando en el patio con una vecinita al cuidado de su papá, que entró un momento a buscar algo al quincho y cuando salió pensó que los chicos se habían ido a la casa de al lado. Fue a preguntar, pero estaba la nena sola. Volvió a la quinta y encontró a su hijo en la pileta. Se logró reanimar al niño y el pronóstico en un primer momento fue alentador, pero luego sobrevino el daño cerebral irreversible.

También en marzo, en Nogoyá, un niño de 7 años murió tras ser aplastado por una cosechadora. El nene, de apellido Casco, iba junto a un familiar en moto rumbo a la escuela cuando, en una esquina, cayó bajo la maquinaria agrícola y fue pasado por encima por una rueda.

En junio, un nene de tres años murió tras caer de un caballo en un establecimiento rural del departamento Victoria. El pequeño montaba el equino junto a su papá en el paraje rural La Quemada. Por causas que no pudieron determinarse en el momento, ambos cayeron de la montura. El niño sufrió lesiones gravísimas y llegó sin vida al Policlínico Victoria.

En septiembre, en la localidad de Herrera, en el departamento Uruguay, un nene de 9 años murió por un escopetazo disparado accidentalmente por un amigo de 13. Los chicos estaban recorriendo un campo junto al abuelo del niño fallecido, un hombre de 55 años que era el propietario del arma y también fue rozado por la bala.

También en septiembre una beba de un año falleció ahogada en Paraje El Quebracho, en cercanías de Santa Elena, luego de caer a un pozo de desagüe. La familia la trasladó urgente a un centro de salud materno infantil de la zona, en inmediaciones de la ruta 12, pero la criatura llegó sin vida.
Recomendaciones

Desde el Ministerio de Salud se elaboró una guía de pautas preventivas para evitar accidentes con niños, ante el predominio de consultas en centros de salud y hospitales por ahogamientos, accidentes domésticos y objetos aspirados o ingeridos, entre otros episodios.

«La seguridad en el hogar no es sólo un concepto, se trata de una suma de acciones concretas y programadas que deben garantizar espacios sin peligro para la salud e integridad de los niños. La clave del cuidado es estar atentos siempre, sabiendo qué hacen y dónde están los más pequeños y educar para la salud», se indicó.

«La primera medida es enseñar a los niños a tener cuidado. ¿Cómo? Explicándoles qué es peligroso y por qué, qué puede hacer y qué no, sin omitir que el mejor modo de enseñar hábitos y conductas es dando el ejemplo. Asimismo, cada uno de los consejos debe ser recordado y repetido varias veces», se añadió desde la cartera.

Puntualmente, se recomendó:

-Adecuar los espacios y supervisar siempre a los niños. A más atención, menor es el riesgo de lesiones.

-En temporada invernal, a las estufas o braseros hay que apagarlos o sacarlos de la casa antes de dormir.

-Mantener siempre ventilados los ambientes.

-No fumar en el hogar.

-Ofrecer a los niños juguetes seguros y pertinentes para la edad: que no entren en su boca, sean de material atóxico, lavable, irrompible y sin filos. Los peluches no deben tener partes que puedan ser desprendidas. Revisar los elementos de juego de manera periódica para advertir partes rotas.

-En caso de tener mascotas o estar en contacto con animales, se deberá enseñarles a cuidarlos y respetarlos para evitar mordeduras.

-Los niños requieren de atención y cuidado constante y permanente, nunca se los debe dejar sin un adulto responsable que lo cuide.

-Es importante recordar que los hermanos no están capacitados para ser cuidadores.

-Hay que advertirles que no deben hablar con personas extrañas, ni personalmente ni por teléfono. Tampoco aceptar cosas que ellas les ofrezcan, ni subir a sus autos.

-Evitar la exposición solar directa de 10 a 17 y usar filtro solar adecuado.

-Teniendo en cuenta que los niños no miden el peligro, se debe enseñarles que para cruzar la calle deben ir de la mano de un adulto y siempre mirar para ambos lados. La mayoría de los accidentes que ocurren en la calle se pueden evitar.

-Los siniestros viales son la mayor amenaza para la seguridad de los niños, quienes siempre deben ir en la parte trasera del auto usando un asiento infantil que cumpla con las normas de seguridad. Nunca llevarlos en brazos en el asiento delantero ni trasero.

-Las motos no son un medio adecuado para trasladar niños.

-Jamás se debe dejar a un niño encerrado dentro de un auto.