Qué hacer ante una quemadura menor

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El nivel de cuidado que necesita una quemadura depende de cuán extenso sea el daño sufrido por los tejidos. Las quemaduras menores generalmente pueden tratarse en casa, sin necesidad de ver a un profesional de la salud. Entre las quemaduras consideradas «menores» están las de primer y segundo grado, cuyo diámetro no supera los 5 centímetros. Cualquier tipo de quemadura que involucre un área mayor debe ser evaluado de inmediato y en un entorno médico. De igual manera, es necesario que un médico evalúe las quemaduras que muestran signos de infección, tales como supuración de la herida, más dolor, enrojecimiento e hinchazón.­

La quemadura de primer grado solamente abarca la capa externa de la piel (epidermis) y sus signos y síntomas incluyen piel enrojecida, la cual puede estar ligeramente hinchada o dolorosa al roce.­

La quemadura de segundo grado involucra la capa externa de la piel y la inmediatamente inferior (dermis); sus signos y síntomas incluyen dolor, hinchazón, piel de color rojo intenso, ampollas y una apariencia de mancha.­

En este tipo de quemaduras menores, todo lo que generalmente se requiere son cuidados caseros oportunos. Primero, deje correr agua potable a temperatura ambiente (no fría) sobre la quemadura durante el tiempo suficiente para reducir el dolor, lo cual suele ser de 10 a 15 minutos. Si no cuenta con agua potable, sumerja la quemadura en agua o aplique compresas mojadas en agua a temperatura ambiente. No aplique hielo directamente sobre la quemadura porque al hacerlo, puede dañar más los tejidos.­

Seque la zona con un paño limpio y envuélvala suavemente con un apósito estéril. No aplique ungüentos ni manteca sobre la quemadura, porque pueden retener el calor en la piel y causar más daños, aparte de aumentar el riesgo de infección. De ser necesario, tome analgésicos de venta libre para aliviar el dolor.­

Si la quemadura fue debido a una sustancia química, asegúrese de retirarla, igual que cualquier prenda de vestir o accesorio que haya entrado en contacto con ella. De ser posible, use guantes para no quemarse en otra parte y para que la persona que le ayuda tampoco sufra quemaduras.­

No reviente las ampollas, si es que se forman. En caso de que se reviente sin querer una ampolla, lave la zona con agua y jabón, aplique un ungüento antibiótico y cúbrala con un apósito. Acuda al médico si aparecen ampollas grandes, pues es posible que deban extraerse.­

Controle a diario la quemadura, después de lavarla suavemente y cambiarle el apósito. Evalúe la quemadura según cuánto se disemina el calor, el enrojecimiento o la hinchazón, los cuales pueden indicar la presencia de una infección en la piel. Si la herida no cicatriza, acuda al médico.­