El ataque ocurrió cuando el ómnibus circulaba por la Ruta Provincial 34 a la altura de la ciudad santiagueña de Beltrán, en el departamento Robles. El niño estaba acompañado por su mamá y sus dos hermanos, todos oriundos del barrio Carolina de la ciudad jujeña de Palpalá.

«Eran las 5:30. Mis dos hijos más chicos viajaban junto a mi asiento y Alejandro, el mayor, iba del otro lado del pasillo. De repente escuchamos un fuerte ruido y los vidrios salieron volando para todos lados. Lo primero que hice es fijarme si estaban bien los nenes. Los más chiquitos sólo estaban asustados pero Ale no se levantaba», contó Alejandra Said, madre de los pequeños, a medios locales.

Luego del impacto, el nene quedó tirado en el suelo y sin conocimiento. A su lado, en el pasillo del colectivo, había un ladrillo que impactó contra una de las ventanas, ingresó al micro y dio contra su cabeza.