«Creció el número de enfrentamientos»

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Distintas encuestas y hechos cotidianos muestran que la inseguridad es un problema que preocupa mucho a los porteños. Palabras como entraderas, arrebatos, asaltos pasaron a formar parte de los diálogos de los vecinos.

Desde el gobierno porteño, a partir de la creación de la Policía de la Ciudad -Fusión de la metropolitana con gran parte de la Federal- y otras medidas están dispuestos a bajar los índices de delitos.

Así lo afirman en diálogo con La Prensa el ministro de Justicia y Seguridad porteño Martín Ocampo y el Secretario de Seguridad Marcelo D»Alessandro. Durante la charla, los funcionarios hablan de los nuevos planes para las comisarías, de la importancia del mapa del delito, la corrupción y la violencia política.

– El jefe de gobierno cuando se refiere a las preocupaciones de los porteños indica que la principal es la de la seguridad ¿Cómo observan esta situación a poco más de un año de la creación de la policía de la Ciudad?

Ocampo: – Lo seguimos observando con la prioridad que nos expone la agenda de la gente, desarrollando políticas y en un camino de mejorar todos los días un poco más. Empezamos de muy abajo, desde el lugar donde ni se hablaba del tema de la seguridad. Antes la seguridad hasta el 2015 la manejaba Nación. Y después la empezamos a manejar nosotros con el traspaso de la policía. No había un solo documento que sostuviera por qué están dispuestas las 54 comisarías en la Ciudad de la manera en que están. Tampoco encontramos una metodología de trabajo asociada al nivel de impacto sobre la gente. Y los policías trabajaban para la policía. La idea central nuestra es que tienen que trabajar para el vecino. El primer cambio fue la idea de gestión civil de la seguridad

– ¿Fue difícil que la policía accediera a aplicar los lineamientos desde una cúpula civil?

– La gestión civil supone un quebrar con el delegacionismo de la autoridad política a la fuerza de seguridad del diseño de las políticas de seguridad. Fue tradición de la argentina que el tema de la seguridad sea un tema de policías y no un tema de la política. Esto requiere un trabajo más fuerte de parte de la autoridad civil, más compromiso y también la pérdida del manejo por parte de la Fuerza. Esto significa que los asuntos internos esté manejada por una oficina de civiles, que no administran dinero, que los grandes trazos de desarrollo tecnológico, la de posicionamiento territorial, perfil de infraestructura, la de cercanía y atención al vecino son definidas desde el ministerio.

D»Alessandro:- Por ejemplo sistematizar el programa de comisarías abiertas. Nosotros nos encontramos con que había una disociación. Ibas a un lado y el vecino te decía «acá pasa esto u lo otro», y cuando uno preguntaba el nombre del comisario no lo sabía. Había que generar una mirada más integral sobre la seguridad. El tema de la policía es una parte muy importante pero no es la única. Abarcar una problemática como pasó por ejemplo con la villa 31 donde nosotros caíamos ahí y veíamos 200 pibes con economías secundarias del delito como dealers, centinelas. Caer con la infantería no agota la problemática. Lo mismo pasa con los manteros, ver quienes son los trabajadores que necesitan ayuda separado de las mafias, es un trabajo integral.

Ocampo:- La mirada integral supone un problema mucho más complejo que el policial. La policía es la más importante de las herramientas pero no la única. Esto define que hacemos con el espacio público, que hacemos con las instituciones que trabajan en desarrollo social, el gran proyecto de inclusión social que el presidente nos plantea. Para nosotros es un camino central reducir la desigualdad social. En todas las sociedades del mundo la desigualdad social es productora de delito. Hacemos entonces planes de capacitación, entrenamiento. Nosotros en la transferencia no aceptamos ningún instituto de formación.

– ¿Por qué?

Ocampo:- Porque es central la formación para nosotros. Entonces si nosotros teníamos cuestionamientos de como estaba funcionando el sistema de seguridad no podemos pensar que vamos a replicar el mismo sistema de formación. Transformamos el instituto de seguridad pública en una universidad. Los cuadros superiores se alcanzan ahora con un título de grado.

– ¿Que otras cosas les sorprendió de lo que vieron en este tiempo?

D»Alessandro:- Las comisarías tenían un despliegue territorial avalado porque sí. La justicia la divide en circunscripciones y la política en comunas. Entonces a vos te robaban en una vereda, ibas a hacer la denuncia y entonces te decían: «ah pertenece a la comisaría tal, acá no». Eso generaba desgaste en la gente. Y en una ciudad como Buenos Aires, con 3 millones de habitantes más 3 millones que ingresan en forma diaria.

– ¿Y que pasa hoy si a uno lo roban en la calle?

D»Alessandro: Primero que tienen que hacer la denuncia y te la tienen que tomar en cualquier comisaría. Estamos llevando a un despliegue de la policía a un nivel comunal.

Ocampo:- Y otro problema que encontramos es que empezamos sin datos. Así es muy difícil medir el impacto de las políticas públicas. Algunas podés planificar pero otras no. Por eso hicimos un proceso de reconstrucción estadística. Y con el mapa del delito podremos saber bien que pasa, y construir un sistema que nos permita tener herramientas. La denuncia entonces es un punto central porque es el input principal del sistema del mapa del delito. Hay gente que no hace las denuncias y no entra en el mapa, por eso es importante que la gente denuncie. Si tengo un mapa del delito deficiente haré un mal despliegue policial.

– ¿En que consiste el proyecto de la policía comunal?

– Es una manera de organizar la policía distinta. La comisaría estaba pensada para cualquier trámite. Y para nosotros la comisaría tiene que ser un edificio de despliegue policial. Hay determinados trámites que si se tienen que hacer en la comisaría, y esa definición te dice que tipo de edificio necesitas para el despliegue. Por ejemplo detenidos vas a tener. Pero vimos que cada comisaría tenía un sistema de alcaidías. Esto supone personal para cuidar a los detenidos en todos los turnos, todos los días. Y cuando veías la cantidad de detenidos era ineficiente. Entonces una comisaría por comuna tendrá una alcaldía, y el resto no. Después está el tema de la descentralización de los servicios de la policía: la policía científica, la policía de investigación, que es la que trabaja sobre la conjuración del delito.

D»Alessandro:- Este fue un cambio grande, porque cada comisaría tenía su brigada. Se fue desnaturalizando, y desarmamos las brigadas y las hicimos depender de la superintendencia de investigaciones. Hoy hay dos dependencias

Ocampo:- Se hacen controles cruzados, no dependen todos del mismo lugar.

D»Alessandro:- En estas comisarías comunales vas a tener dos jefes de alto rango, comisionados mayores, uno del área metropolitana es decir de todo lo que es la prevención y el despliegue territorial y el otro comisionado mayor que es de investigaciones y tiene que atacar e investigar los delitos de la comuna.

– ¿Y que pasa con los trámites? Uno clásico que suele hacerse en la comisaría es el de constatación de domicilio

Ocampo:- Nuestro proyecto es que no se haga ningún trámite que no sea esencialmente policial. Estamos trabajando con la subsecretaría de descentralización para llevarlos a los centros comunales. Había policías que limpiaban, que arreglaban autos, que pintaban. Hoy esto se cubre de otra manera. Esto ya lo hace el ministerio.

– ¿Cuando se terminarían todos estos nuevos cambios?

Ocampo:- El plan de comisarías comunales termina en 2023. Ya estamos pensando edificios policiales nuevos, la idea es refuncionalizarlos.

– ¿Cuáles son los delitos que hoy más se observan, los que más molestan a los vecinos?

Ocampo:- El que mas molesta es el arrebato con los motochorros. En eso estamos con un montón de políticas.

D»Alessandro:- Pasa que la ciudad de Buenos Aires tiene toda una complejidad. La zona sur no es lo mismo que el centro o el norte. Las políticas de seguridad que se aplican son diferentes. Cuando fuimos a saturar toda la zona centro donde está la zona financiera por las salideras lamentablemente el delito no se erradicó, se va mudando. Por eso necesitamos de las estadísticas y de análisis para ver como va el tema. En la General Paz teníamos una frontera, el anillo digital ahora nos permite tener un control de ingreso y egreso. Son todas herramientas que le das a la policía.

Ocampo:- Hoy tenemos un sistema que dice donde va cada policía y se le informa a todos los comisarios, y tiene una fundamentación de por qué está parado en ese lugar. Es trabajar sobre tres plataformas: el mapa del delito, la demografía del lugar y la migración interna. Estos tres índices se ponderan y por una ecuación que tiene el sistema te dice donde tiene que estar el policía.

D»Alessandro:- En Palermo cuando pasó lo de los motochorros que se evidenció más con el asalto a Jorge Rial, el comisario fue removido no porque había denuncias de caso de corrupción o zona liberada. Nosotros veíamos hace 20 días como el delito aumentaba en esa zona.

Ocampo:- Empezamos esa semana los controles sobre las motos y fuimos al microcentro, y a los pocos días ya había repercusión de motochorros robando en Palermo.

– De todas formas el problema subsiste ¿Que más se puede hacer para evitar este tipo de robos?
Ocampo:- Hay varias políticas. Una es el de los controles de motos

D»Alessandro:- Ya se hicieron unos 60 mil controles de motos, más de 3 mil secuestradas y hay unas 100 compactadas. Tuvimos que cambiar la ley para esto porque quedaban sin retirar gran cantidad de las motos secuestradas.

Ocampo:- Algo que se está viendo a partir de tener más policías en la calles es que creció el número de enfrentamientos.

Fuente: La Prensa