Tiene 17 años y lo detuvieron por pero ya registra 34 entradas en la comisaría

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En medio de la creciente ola de delitos que involucra a un grupo de menores en la ciudad bonaerense de La Plata, ayer se conoció la historia de «Tito», un joven de 17 años que vive en la zona de Melchor Romero y tiene 34 ingresos registrados en la comisaría, la mayoría de ellos, cuando era no punible (menos de 16 años), según fuentes judiciales y policiales.

En el barrio todos lo conocen y también le temen. La última noticia la dio el martes pasado, cuando entró a robar a la casa de un penitenciario, en la calle 171 entre 516 y 517, de donde se llevó más de 22 mil pesos, una cuchilla, perfumes, un par de zapatillas y varias prendas de vestir, tal cual consta en el parte policial.
Al parecer, un vecino lo vio salir con varias bolsas, se dio cuenta de quién era y enseguida llamó a la Policía porque pensó en lo peor.
Debía estar preso
Por eso, se montó un fuerte operativo de seguridad que, tras un breve rastrillaje por el lugar, llevó al adolescente otra vez a la dependencia, un lugar que conoce casi de memoria.
Increíblemente, en ese momento, se supo que sobre «Tito» pesaba un pedido de detención en una causa por «robo agravado», que dispuso el Juzgado de Garantías Nº 2 del Joven, a cargo de Fabián Horacio Cacivio. Por eso, ahora se encuentra detenido, en el Centro de Recepción de La Plata, a la espera de que se defina su situación procesal.

Al menor, más allá del requerimiento judicial por el que debía estar preso, lo agarraron con evidencia de cargo en su poder, ya que hubo reconocimiento de pertenencias por parte del penitenciario damnificado por el asalto.
Del acusado no se brindan otros datos por cuestiones legales, publicó ElDía.

Robo con un bebé
Sí que hace pocos días habría estado involucrado en otro episodio muy particular, cuando fue a robar a un supermercado de Romero junto a una chica y un bebé, al que llevaban en un cochecito.
Fue el 10 de enero, casi sobre media tarde, cuando sol pegaba a pleno con más de 30 grados en el pavimento y en los locales de la avenida 520 entre 171 y 172, a pocas cuadras de su domicilio familiar.

Si bien en la denuncia que realizó la propietaria del local se señaló la autoría de un hombre, quien habría exhibido un arma que llevaba en la cintura del pantalón, cubierta con una camiseta de fútbol, en la escena se ubicó a una acompañante que llegó empujando un carrito con un nene.
Eso se pudo apreciarse en las imágenes tomadas por el sistema de cámaras de seguridad con que cuenta el comercio y que se difundieron por todas las redes sociales.
A mano armada
La secuencia muestra a la mujer acercándose y el hombre en actitud de vigilancia detrás. Mientras la chica se secaba la transpiración con un paño de tela, desde el interior del local abrían la puerta, que estaba cerrada con llave con aparente intención de preservar la seguridad en un tarde con poco movimiento.
La mujer ingresó primero y una vez adentro todos, el hombre amenazó a la propietaria, una joven de 22 años, con el arma. Para agilizar el robo, la condujo hacia el baño del local, acompañada también por dos hijas menores de edad.

En la denuncia no consta otro dato que los investigadores intentan aclarar: el amedrentamiento que habría incluido la amenaza con el arma a una de las niñas. En la presentación solo se mencionó que el ladrón mostró que llevaba el arma, pero no la sacó de entre sus ropas.
Con el negocio a disposición la pareja comenzó a elegir entre las estanterías y mostradores para armar el botín. Fueron hacia la caja y extrajeron 3 mil pesos. Además del dinero, el ladrón tomó 15 remeras, 8 pantalones de jean, 3 relojes y 4 gorros de visera.
Con el cochecito
En las imágenes puede verse el momento en que la pareja se retira con el cochecito. Primero salió la mujer y luego pasó el hombre. A diferencia de la llegada, cuando se observa que alguien abrió desde adentro, esta vez quien controló la puerta fue el delincuente denunciado más tarde por la comerciante.
El joven salió y cerró con llave la puerta de vidrio blindado. Con una mano manipulaba la cerradura y en la otra cargaba una bolsa oscura, aparentemente con la mercadería sustraída al local.

Por estas horas, se supo que la chica que acompaña a «Tito» sería alguien de su círculo más cercano, pero no la pareja.
«El bebé es de la chica, con el joven tiene otro lazo», explicó un investigador sin dar otro dato para no entorpecer la marcha de la pesquisa, que sigue adelante.
Al parecer, cuando «Tito» era más chico, la Justicia lo citó a innumerable cantidad de audiencias, aunque no siempre se mostró colaborativo.

Fuente El Día