El presidente Mauricio Macri se refirió a la situación económica de la Argentina y, tras reconocer que pensó que la inflación «iba a bajar más rápido», remarcó que «una sociedad no es un tablero de control en que se mueven las perillas y listo».

«La Argentina arrastra un montón de daños acumulados, por eso tenemos un tercio de la gente en la pobreza y de eso no se sale en dos años», sostuvo el mandatario.

En una entrevista con el programa «La Cornisa», el jefe de Estado remarcó que «hace siete trimestres que el país está creciendo».

«Hoy estamos creciendo, cómo no voy a decir que lo peor ya pasó», indicó el líder del PRO, quien defendió el aumento en las tarifas de los servicios públicos.

En ese sentido, Macri aseguró que el costo de la electricidad para el usuario «ni siquiera llegó a la misma que paga un uruguayo o un chileno», aunque celebró que la población «entendió en muy poco tiempo el valor de la energía».

«Lo hemos hecho en forma gradual y con la tarifa social, para contener a miles de argentinos», añadió.

Respecto a las críticas que recibe el Gobierno desde distintos sectores por los índices económicos, Macri respondió: «Una sociedad no es un tablero de control en que movés las perillas y listo».

Acerca de la inflación, el Presidente manifestó: «Transparentar todo nos puso la inflación donde estaba, en 40 y pico, y de ahí venimos bajando. Claramente, yo querría bajar más rápido y pensé que iba a bajar más rápido».

Y agregó: «En la medida en la que tengamos menor inflación, el dólar se va a mover mucho menos».

Asimismo, se refirió a los cuestionamientos de sectores empresarios y señaló que el Gobierno avanza con «una apertura muy lenta, para que la competencia con el empresario local sea gradual para cuidar los puestos de trabajo».

«Mi compromiso es reducir la pobreza y para eso hay que generar trabajo. Eso lo hacen los empresarios, no un Gobierno. Necesitamos de los empresarios, tenemos que trabajar en equipo con ellos.

Tienen que entender que este Gobierno gobierna para todos, especialmente para los más débiles», remarcó.

El jefe de Estado también se expresó respecto a las críticas de economistas y dirigentes opositores que cuestionan el nivel de endeudamiento que lleva adelante el Gobierno: «Pienso lo mismo».

«Pero no hay un dirigente que haya venido a tocarme la puerta a la oficina para decirme ´mirá, esto que estoy gastando está de más, propongo que lo bajemos´. Tenemos un Estado que está quebrado, que tiene que reducir sus gastos. No podemos seguir generando deudas a nuestros hijos y nietos», lanzó.

Y concluyó enviando un mensaje a los dirigentes opositores: «Por favor, traigan propuestas».