En el caso de los pacientes en tratamiento por cáncer, la terapia de masajes ayuda a reducir el dolor y el impacto en el cuerpo de los tratamientos por quimioterapia. También reduce la ansiedad y da un mayor bienestar para atravesar los desafíos que esta enfermedad representa a nivel emocional y físico.

Como tratamiento complementario que acompaña pero no reemplaza el tratamiento principal para combatir el cáncer, los masajes terapéuticos son una gran opción siempre que se tengan en cuenta algunas consideraciones que el oncólogo de cada paciente revisará. Los beneficios son numerosos y no es cierto que puedan causar una propagación del cáncer. En todos los casos el tratamiento con masajes para pacientes con cáncer siempre será abordado por un profesional capacitado a tal efecto.

No solo relaja, mejora el sueño y alivia el dolor: En casos como el del tratamiento del cáncer de mama, estimula la función inmune del organismo y alienta los resultados del tratamiento. También se ha comprobado que, en el caso de utilizar masajes terapéuticos para niños en tratamiento por leucemia, puede aumentar el conteo de glóbulos blancos y ayuda al bienestar de padres e hijos durante el tratamiento.

Los mitos sobre su contraindicación

El dr. César Eduardo Carrasco, autor del blog y de la página de facebook allaboutcancer.co, dedicada al acompañamiento de los pacientes con cáncer y sus familiares, explica que no solo no está contraindicado-  salvo en casos muy puntuales-  sino que además es muy beneficioso.

Cuáles son las precauciones 

En algunas situaciones, las técnicas de masaje pueden necesitar ser adaptadas, cambiar un poco la técnica. Este tipo de adaptación puede aplicarse si el paciente se encuentra en pleno  tratamiento del cáncer -quimioterapia o radioterapia-, o se encuentra muy débil, o tiene o tuvo alguna fractura o algún problema del corazón, sufren artritis o se encuentra atravesando un período de embarazo o lactancia.

Siempre se debe consultar con su médico especialista antes de utilizar cualquier tipo de masaje. Puede ser que un tratamiento adaptado ofrecido dentro de un centro de atención del cáncer o de cuidados paliativos sea el más apropiado.

Por ejemplo, la sección MTC Contención Emocional (sección que funciona en la 4º Cátedra de Medicina Interna del Hospital de Clínicas de Buenos Aires) asiste a los pacientes internados, a sus acompañantes y al personal del Hospital para favorecer la relajación, disminuir el estrés laboral y aliviar diferentes desequilibrios. En el caso de los pacientes oncológicos, pueden realizarles reflexología mientras reciben la quimioterapia. Esta técnica ha logrado muy buenos resultados.

El drenaje linfático

Las personas con cáncer deben evitar el masaje muy profundo, los masajes  más suaves pueden ser más seguros. Si usted está recibiendo radioterapia se debe evitar masajear la zona tratada. Y no recibir masajes en áreas del cuerpo donde la piel se encuentre rota o sangrando o con moretones.

Existe un tipo particular de masaje utilizado para el linfedema, un efecto común en el tratamiento del cáncer, llamado drenaje linfático manual (MLD). Este es un tratamiento muy especializado y  si las personas necesitan  este tipo de masaje o drenaje linfático sera referido a un especialista en linfedema por su médico.

Se deberán tomar precauciones en los siguientes casos:

Pacientes con un conteo muy bajo de glóbulos blancos, para evitar riesgos de infección

Pacientes con riesgo de fractura ósea por metástasis en los huesos

Pacientes con piel extremadamente debilitada por causa de los tratamientos con radiación

Mejor calidad de vida

Los estudios científicos han examinado los efectos de varias técnicas de masaje en personas sometidas a tratamientos contra el cáncer, tanto quirúrgicos como de quimioterapia. Estos estudios han demostrado que puede reducir el dolor, la fatiga, las náuseas, la ansiedad y la depresión.

Además, las personas reportan una serie de resultados positivos, como mejoras para dormir, mejoras en el tejido cicatricial, mejoras en el rango y amplitud de movimiento, así como mejora en su calidad de vida y en la claridad mental.

Una de las principales razones por las que las personas con cáncer desean hacerse masaje es porque les ayuda a sentirse bien. Promueve de una forma natural la relajación y además ayuda de gran manera a hacerle frente al estrés, ansiedad, depresión y como algo muy importante, ayuda a disminuir el dolor.
La especialista estadounidense en masaje oncológico Gayle MacDonald en su libro “Manos curativas” ( Ediciones Obelisco) menciona hospitales, clínicas, instituciones médicas y asociaciones de ayuda a pacientes, así como centros de cuidado e incluso eventos con pacientes oncológicos en los que se utiliza cotidianamente el masaje y las técnicas de presión para aliviar todo tipo de síntomas. Algunos de ellos están en Estados Unidos, en Irlanda, en Australia y en Inglaterra. El libro es un compendio de todo lo que se sabe a ciencia cierta sobre el masaje oncológico a nivel médico y una guía para los masajistas que quieran dedicarse.

Los tipos de masaje apropiados

Hay varios tipos de masaje que se pueden usar en esta enfermedad, entre ellos están:

-El masaje sueco – tipo más común de todo masaje corporal.
-Masajes con aromaterapia.
-Masaje de tejido profundo – utilizado por mucho tiempo, para problemas musculares profundos.
-El masaje deportivo – utilizado antes o después de hacer deporte o para ayudar a curar las lesiones deportivas.
-Shiatsu- una forma de terapia de origen japonés basado en los mismos principios de la acupuntura, en el que se aplica la presión en ciertos puntos del cuerpo con las manos.

-El masaje neuromuscular – ayuda a equilibrar el sistema nervioso y los músculos.
-Reflexología – aplicado sobre puntos en las manos y los pies con el objetivo de mejorar la salud de otras partes del cuerpo.