Plantas medicinales para aliviar el dolor reumático

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Sauce, laurel, curcuma, jengibre, cola de caballo, eucalipto, y algunas más exóticas conforman un arsenal que alivia con menos efectos secundarios que los fármacos.

Las personas que sufren de dolores articulares, esos que llamamos de tipo reumático, son sensibles a los cambios de temperatura pero más aún, a los de humedad. Por ello el otoño con sus días húmedos se convierte en una época en la que los dolores aumentan y las mañanas se hacen cuesta arriba por la rigidez.

A todos ellos, muchos médicos les aconsejan tomar cotidianamente analgésicos, pero incluso los más suaves con el uso prolongado dañan el sistema digestivo y los riñones. Si hay que utilizar corticoides para bajar la inflamación, el riesgo mayor es desarrollar diabetes y osteoporosis, lo que supone un problema más grave aún.

Las plantas medicinales son muy prácticas en estos casos, porque se pueden aplicar preparados hechos con plantas en forma externa, incluso, usarlos en aromaterapia, mediante la olfacción.

Cuando se ingieren, los preparados a base de plantas exigen los mismos recaudos que un medicamento de síntesis, porque contienen drogas vegetales que en sobredosis pueden ser tóxicas, y generan interacciones con otras drogas. Pero vale decir que en general, tienen menos efectos nocivos que los medicamentos habituales.

Esta es una lista de las plantas medicinales más efectivas para el dolor de tipo reumático, como artrosis en rodillas, cadera, columna, cuello, hombros, muñecas, manos, por ejemplo.

El criollo sauce blanco

Su poder analgésico reside en su contenido en salicina, que se transforma en ácido salicílico en el organismo inhibiendo las prostaglandinas y reduciendo así la percepción de dolor. De hecho, el principio básico funcional de la aspirina está basado en este ácido.
Cabe destacar que también tiene efecto anticoagulante, lo que mejora la circulación sanguínea y previene la formación de trombos. Por este mismo motivo no debe tomarse con anticoagulantes, ni en caso de menstruaciones abundantes ni durante el embarazo, ya que podría podría dar lugar a hemorragias. Lo ideal es consumirlo en cápsulas.

Boswellia serrata, de la India

Es una planta utilizada en la medicina ayurvédica india desde hace siglos por sus propiedades anti-inflamatorias ya que contrariamente a la mayoría de los medicamentos de este tipo, no provoca úlcera ni gastritis. Sin embargo, la boswellia no es un analgésico sino que actúa directamente sobre la inflamación, causa directa del dolor. También reduce la hinchazón de las articulaciones y la rigidez matinal. Resultados aún más favorecedores se observaron al combinar la boswellia con las hierbas ashwagandha y cúrcuma. La boswellia puede obtenerse en suplementos dietarios sola o combinada, pero la forma más eficaz de consumirla es mediante preparados magistrales recetados por un médico especialista en fitoterapia.

Laurel, un clásico 

El laurel está considerado como un calmante muy eficiente del dolor, como así también antiinflamatorio y antirreumático. El laurel es utilizado para tratar los dolores de ciáticas, torceduras de tobillos, esguinces, en cuyo caso más aconsejado es frotarse la zona afectada con el aceite esencial de laurel.

Un estudio de la Universidad de Viena estableció que el aceite esencial procedente de las hojas de laurel muestra un significativo efecto analgésico en pruebas de laboratorio, junto con un efecto antiinflamatorio dosis dependiente y un moderado efecto sedante. Los autores del trabajo consideran estos efectos comparables a los de la morfina y piroxicam.

Se puede usar en cataplasmas, en masajes suaves mezclado con aceite vehicular (el de oliva es excelente) y también en infusiones de dos hojas secas por taza de 200 cc 2 a 3 veces diarias. También se pueden mojar paños en infusión de esta hierba. Hervir un litro de agua y después añadir 10 gr. de hojas de laurel. Luego hay que aplicarlos tibios sobre la zona del dolor.

Cúrcuma para usar en todo

Cada día se habla más de esta especia que proviene de una planta también muy usada en Ayurveda, y en la cocina árabe. La cúrcuma, además de un buen tónico digestivo es un excelente antiinflamatorio, por lo que se utiliza para el tratamiento de la inflamación silenciosa, la artritis, el lupus, enfermedades cardiovasculares y todo tipo de trastornos autoinmunes que cursan con inflamación y a su vez causan dolor. También da buenos resultados para el tratamiento de inflamaciones del sistema respiratorio como bronquitis o EPOC (enfermedad pulmonar obstructiva crónica). Se puede agregar a todo, sea salado o dulce, porque tiene un gusto muy suave y solo da color.

Garra del diablo o harpagofito

Después de muchos estudios realizados en los últimos años se ha corroborado el poder antiinflamatorio fuerte de los compuestos químicos de la raíz de harpagifito, así como un leve poder depurativo, ya que ayuda a eliminar los residuos acumulados en nuestro organismo, que son los responsables, entre otros, de los cálculos en los riñones o el hígado. Por lo tanto, por sus propiedades, los tratamientos con harpagofito dan excelentes resultados reduciendo la inflamación de las articulaciones en casos de reuma, artritis, artrosis… y en consecuencia, al reducir la inflamación reduce el dolor también.
En varios estudios se ha comprobado que su función sería más eficaz en forma de tintura, aceite esencial, pomada y alcohol que en comprimidos. Es muy conveniente en cremas para aplicar directamente con un masaje sobre las articulaciones inflamadas.
Cola de caballo, reparahuesos

Esta es una planta que combina dos propiedades excelentes para tratar la artritis. Por un lado, tiene virtudes diuréticas que eliminan el exceso de líquido relacionado con la inflamación y, por el otro, es un gran remineralizante, lo cual contribuye a prevenir la degeneración del cartílago.

Destaca por su alto contenido en silicio, un mineral que interviene en la formación del colágeno y que, en el caso de esta planta, se presenta con un nivel de biodisponibilidad ideal para el organismo. También es rica en potasio y magnesio.

La cola de caballo es una planta silvestre, de modo que la podemos encontrar fresca cerca de zonas con agua. Se bebe en infusiones en grandes cantidades o se toma en tintura.

El mágico jengibre

Numerosos principios antiinflamatorios e incluso una protección extra para el estómago son patrimonio de esta raíz deliciosa, picante y alimonada. En 2007, la Universidad de Arizona realizó estudios sobre las propiedades anti-inflamatorias del jengibre. Se observó claramente que los gingeroles redujeron eficazmente la producción de químicos que contribuyen a la inflamación. En la Universidad Johns Hopkins se demostró que los compuestos del jengibre permiten suprimir sustancias químicas inflamatorias lo suficiente como para evitar tomar los clásicos medicamentos.

Lo ideal es tomar una cucharadita de raíz fresca rallada infusionada en agua hirviendo por 5 minutos, junto con miel y canela, dos veces por día.

Para fricciones, aceite de eucalipto 

Otro aceite esencial antiinflamatorio es el de eucalipto. Es de color pajizo o incoloro con un olor y sabor característicos. Es rico en eucaliptol, un compuesto que se ha demostrado ser un potente anti-inflamatorio y analgésico. También tiene un efecto de calentamiento cuando se frota en los músculos. Esto lo convierte en un ingrediente popular y eficaz en linimentos, masajes musculares, pomadas y aceites de masaje.

Una de las razones por las que el aceite de eucalipto mejora los cuadros dolorosos ya sean óseos, articulares o musculares es su capacidad para estimular la circulación mediante la apertura de los vasos sanguíneos. Un aceite de masaje básico se puede hacer mediante la mezcla de seis a ocho gotas de aceite esencial de eucalipto con una taza de un aceite portador como el aceite de oliva,  de almendras dulces o de semilla de damasco.

Si no consigue aceite esencial de eucalipto pero sí las hojas, igualmente puede preparar un aceite de masaje. Se pueden triturar las hojas frescas de eucalipto y posteriormente añadirle aceite de oliva tibio;  la proporción es de una taza de aceite de oliva cada 10 gramos de aceite de hojas de eucalipto. Deje reposar y remueva, durante un par de días. Utilice de a una cucharadita para frotar las zonas doloridas una vez por día, mejor por la mañana si el síntoma más molesto es al levantarse, o por las noches si los dolores interrumpen o quitan calidad al descanso.

La uña de gato, para reumatismos autoinmunes 

Para calmar los dolores artríticos – de artritis reumatoidea – y reumáticos, la uña de gato puede ser muy útil, aunque esta planta aparte de ser antiinflamatoria tiene propiedades inmunomoduladoras notables, al punto de usarse para el VIH, la prevención del cáncer y enfermedades autoinmunes con éxito. Si bien aún no existen resultados definitivos al respecto, varios de sus principios activos, alcaloides y polifenoles principalmente en esa corteza interna demostraron estimular los procesos de fagocitosis – acción de algunos glóbulos blancos que se comen literalmente a los agentes agresores – y de producción de linfoquinas, sustancias que producen los linfocitos y que intervienen en la respuesta inmunitaria,  Esta liana que proviene del Amazonas y no debe confundirse con especies nacionales. Si se consigue corteza en una herboristería de confianza, puede hacer un cocimiento.  Hervir una cucharada de corteza de uña de gato en polvo en 1 litro de agua, a fuego lento y durante 10 minutos. Tomar el cocimiento como agua durante el día, si se desea se puede agregar  miel a gusto.

¿Le duele más por la noche? 

Para muchas personas que tienen dolores articulares la noche es el peor momento. Hay varias causas para que esto sea así y se pueden aliviar en parte.

Una de ellas estaría en la fatiga adrenal, que tiene que ver con nuestras glándulas suprarrenales y con una estimulación del sistema nervioso que nos ocasiona desde dolor, cansancio, ansiedad a insomnio e inapetencia. Esto convérselo con su médico.

También influye el estrés. Si a lo largo del día hemos vivido situaciones llenas de presión, de preocupación, de ansiedad, todo ello hará que aumente el nivel de cortisol y el dolor.

A veces el dolor aumenta con lo que comemos. Si llevamos una dieta rica en grasas procesadas, o azúcares y sal aumentaremos la inflamación y el dolor, en especial la última parte del día.

La falta de movilidad es otro gran causante de dolor en reposo, porque mientras creamos que es mejor mantener la articulación quieta lo más probable es que a la noche el dolor sea insufrible. Si practicamos ejercicios de estiramiento por la mañana y por la noche, conseguiremos minimizar el dolor.

 

Asesoró el Dr. Hugo Golberg,  ex vice presidente de la Asociación Argentina de Fitomedicina y Docente titular de fitofarmacia de la Universidad Maimónides.