Sobrepoblación, hacinamiento y drogas, problemas recurrentes en las cárceles

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Mucho se habla de la Unidad Penal Nº2, contemplada como cárcel de máxima seguridad, o de las modificaciones que ha sufrido desde que funciona la Granja Penal El Potrero, ambas ubicada en Gualeguaychú. Pero ¿Qué se sabe de lo que pasa adentro? ¿Quiénes son los que llenan las cárceles de la ciudad? ¿Se convirtieron en un depósito de personas más que en un lugar para que sean rehabilitados socialmente?

El diario ElDía dialogó con el doctor Matías Lonardi, defensor Auxiliar Penal del Poder Judicial local, quien representa a todas las personas sometidas a un proceso penal sin los medios necesarios para poder pagar un abogado particular.

Las cárceles están repletas de pobres. Ésta no es una frase hecha, es la pura realidad. En Gualeguaychú y en cualquier ciudad argentina. «Un 90 por ciento de las personas que delinquen son asistidas por el Estado», contó Lonardi, ratificando esta realidad.

«En la actualidad, quienes ingresan a las unidades penales, como condenados o con prisión preventiva, son cada vez más jóvenes. Y no solo eso, cada vez tienen menor respeto por el resto de las población penal. Este es un problema que se está dando en toda la Argentina por diversos factores», expresó Lonardi, y puntualizó en la falta de educación y el consumo de drogas. «En el consumo de sustancias tóxicas está el mayor problema de quien cumple una pena«, aseguró.

«El Artículo 18 de la Constitución Nacional establece que las cárceles son para rehabilitar y no para castigar a las personas. Desde ese punto de vista, debemos entender que ninguna unidad penal debería ser un depósito de personas, que es lo que viene sucediendo de un tiempo a esta parte», cuestionó el defensor judicial. Aunque destacó las alternativas ofrecidas por el Servicio Penitenciario de Entre Ríos: «existe una diversidad bastante amplia de talleres, tanto en lo que es tratamiento a las adicciones como la laborterapia, por ejemplo. Cuando la persona ingresa es sometida a un tratamiento psicológico y tiene la posibilidad de trabajar en el lavadero, la panadería, o en la reparación de vehículos, entre otras alternativas».