«Las Tics mejoran el interés de los alumnos»

Comentarios desactivados en «Las Tics mejoran el interés de los alumnos» 9

Las Tecnologías de la Información y la Comunicación (Tics) irrumpieron en este comienzo de siglo como herramientas dispuestas a modificar diferentes aspectos de la sociedad. Y la educación no ha sido ajena a este fenómeno. La llegada de computadoras a más chicos, el uso de Internet y los celulares inteligentes llegan cada vez más a las aulas poniendo a prueba nuevas maneras de enseñar.

Sin embargo pasado un tiempo ya de su llegada ¿Cuál fue el alcance que han tenido las nuevas tecnologías? ¿Su irrupción ha sido realmente positiva? ¿Los chicos se sienten más cómodos en clases mediadas por tics? La especialista Nancy Montes acaba de presentar como compiladora el libro «Educación y Tic, de las Políticas a las aulas» que busca dar respuesta a estos cambios.
Publicado por la Editorial Universitaria de Buenos Aires (Eudeba) en conjunto con la Organización de Estados Iberoamericanos para la educación (OEI) el libro recoge el trabajo de tres años realizados por prestigiosos investigadores del continente.

En diálogo con La Prensa Montes cuenta cómo está hoy el fenómeno. Dice que aún falta desarrollo e infraestructura, que su uso provoca más interés en los estudiantes y que los institutos de formación y las universidades aún las utilizan poco.

– El libro muestra que la Argentina tiene un muy buen número de netbooks o computadoras por alumno, de los más altos de Iberoamérica

– Sí, el promedio de alumnos por computadora en el nivel secundario da nueve alumnos. Esto se da en la medida en que algunos países tomaron esto como una definición de política, como el programa Conectar Igualdad en Argentina entregando netbooks a escuelas secundarias e institutos de formación docente, a escuelas de educación especial. Países como Uruguay también lo hicieron con el plan Ceibal. Este programa de distribución masiva hizo reducir esa distancia o ese cociente para que haya menos chicos por computadora, y con el modelo uno a uno que se hace en escuelas estatales y en promedio con la educación privada da nueve por alumno. Esto se da en secundarios, luego en primaria ya el número baja. Ahí hay unas 35 o 40 alumnos por computadora, porque no fue alcanzado por esa misma política de distribución masiva.

– ¿El aprovechamiento de estas tecnologías tiene que ver con como se para cada escuela en su uso, con programas desde el estado, tiene que ver con los docentes y su formación?

– En la medida en que las computadoras llegan, se instalan y están y también en los institutos de formación docente, empiezan a ser más cotidianas, y por supuesto que hay docentes más ávidos e intersados o con más recursos a la mano para incorporarlas de modo más cotidiano. Algunas provincias hicieron apuestas más orientadas al trabajo con recursos Tic como Córdoba en las escuelas Proa. Son escuelas que han hecho una apuesta formal en lenguajes de programación también, y tienen aulas virtuales para los docentes que trabajan en modo conjunto, diseñando materiales. Incluso maestros que pertenecen a distintas escuelas porque estas escuelas también trabajan en red entre ellas. Hay otras provincias que también usan las tecnologías para incorporar a alumnos de la educación rural. La provincia de Río Negro viene trabajando desde el año 2010 con escuelas secundarias rurales en donde falta incorporar a los adolescentes y jóvenes. Entonces la virtualidad o semipresencialidad colabora para que los estudiantes que no tienen esa oferta en el territorio, si viven en parajes alejados puedan acceder. Lo mismo pasa en Chaco, Jujuy y Santiago del Estero. Muchas provincias, algunas acompañadas por Unicef en lo que se llama secundarias mediadas por Tics han promovido llegar a estudiantes que de otro modo no hubieran accedido. Ahí hay una definición provincial de política de ir por ese lado y darle centralidad a la incoporación de tecnología. En otros caso depende más de las instituciones

– ¿Faltan políticas aún que favorezcan el uso y aprovechamiento de Tics?

– Aún falta. Todavía tenemos una deuda grande con el acceso a Internet. Allí hay una cantidad de recursos disponibles que los docentes que no tienen acceso a Internet deben suplirlo de algún modo. A veces lo hacen maestros y estudiantes con el paquete de datos de los celulares, pero ahí todavía hay un compromiso que se había asumido y no se pudo avanzar, a veces por el costo de esa instalación. Y otras veces porque hay un problema de esa infraestructura que no lo hace posible. Uno anda en provincia de Buenos Aires y hay lugares donde no hay señal. Tampoco la educación puede ir por delante de una infraestructura y equipamiento que no tiene garantizado la sociedad o que el mercado no termina de proveer en los modos en que sería ideal que esté disponible.

– ¿Han observado en sus estudios que los chicos se enganchan más con las propuestas mediadas por Tics, tecnología?

– Son propuestas más interesantes toda vez que lo otro es bastante más estático y más quieto, que los chicos y las chicas ya han incorporado los medios tecnológicos a sus modos de vida cotidiana. Se dice que los jóvenes son hoy multimodales, pueden estar haciendo, conectándose y comunicándose al mismo momento. Efectivamente las propuestas que incorporan usos interesantes con la tecnología cautivan y provocan más interés en los estudiantes, y el desarrollo de otras capacidades también. Está por verse aún si todo esto mejora la calidad de la educación.

¿Todavía no hay información sobre este tema? ¿Se están haciendo estudios para ver si mejoró la calidad educativa?

– La última vez que convocamos a especialistas que son muchos de los que participan en el libro el consenso era que aún las escuelas que habían incorporado mucha tecnología no tenían más de cuatro horas semanales del uso de tics y que eso tampoco modificaba los resultados de los aprendizajes. Esto obviamente está impactado por un montón de factores, pero básicamente por la propuesta de enseñanza también. A veces hay buenas propuestas de enseñanza sin uso de tecnología que provocan o promueven buenos resultados. O sea que no se podría decir que hay una asociación directa entre la incorporación de tecnología y los resultados. Pero es cierto que cambia el clima de trabajo en el aula toda vez que el docente pueda estar a cargo de una propuesta interesante para los estudiantes. Proponer un trabajo por proyecto con alguna investigación, algo de indagación, comunicarse con otros estudiantes que estén haciendo trabajos similares, eso siempre promueve otros desarrollos, capacidades comunicativas o sirve para aprender a trabajar en equipo con otros, intervenir documentos o generar algún recurso que trabaje con distintos lenguajes: la imagen, la palabra, el sonido, eso si efectivamente genera otros modos de trabajo, otros modos de estar en el aula.

– ¿Y que pasa con la formación docente? Aparecen maestros que se involucran más con la utilización de herramientas tecnológicas y otros que casi no la usan ¿Se forma al docente hoy para que aproveche lo que pueden ofrecerle las Tics?

– Yo creo que todavía en esa dimensión estamos iniciando ese recorrido. Siempre nos llamó la atención que en la cúspide del sistema educativo, la parte más alta de la pirámide, no solamente los institutos de formación docente sino también las universidades hacen un uso muy restrigido, limitado de los recursos tecnológicos. Algunas universidades han incorporado hace mucho a lo mejor más en los modos administrativos de funcionar la inscripción de los estudiantes en línea, el acceso a los resultados de prueba de evaluación, acceder a programas de las materias, evaluar a los docentes, pero es cierto que no en todos los casos eso permea otras actividades que son los modos de enseñanza. Todavía hay universidades que tienen 120 estudiantes en un aula y a pura palabra del docente

– ¿Que desafíos enfrenta en los próximos años la educación poniendo también el foco en las Tics?

– Yo diría que la palabra inclusión con calidad sigue resumiendo el desafío que los propios países se impusieron. Muchas de las leyes de educación de la región hablan de la necesidad de seguir promoviendo el acceso. Todavía tenemos una deuda pendiente en nivel inicial y secundaria, y por supuesto lo seguirá siendo para la educación superior. Hay un desafío no solo para nuestro país sino también de la región de inclusión con calidad de los aprendizajes con propuestas relevantes para los estudiantes, eso es lo que todavía hay que asumir y trabajar por eso. Aunque mejoramos el acceso todavía la posibilidad de acceder de estudiantes o de jóvenes que provienen de sectores más desfavorecidos sigue siendo desigual. Tenemos un camino por recorrer, incluso también en áreas rurales. Atrás de eso se ordena todo, pueblos originarios, personas con alguna discapacidad, con necesidad de propuestas educativas especiales. Cuando uno desagrega distintos grupos con su necesidad de inclusión arma una agenda de trabajo importante. Y las tecnologías también permiten generar otras condiciones de accesibilidad para personas con alguna disminución física, auditiva, visual.