En su presentación ante el plenario de comisiones del Senado que analiza el proyecto de legalización del aborto, el ministro de Salud de la Nación, Adolfo Rubinstein, pasó este martes por una experiencia paradójica: fue atacado por legisladores del oficialismo y defendido por legisladores de la oposición.­

El funcionario aclaró que hablaba en nombre de su Ministerio, pero no del Gobierno, donde hay diversas posiciones sobre el tema. Se extendió por más de un hora y eclipsó al resto de los expositores convocados para analizar el proyecto que llegará al recinto el próximo 8 de agosto.­

Rubinstein caracterizó el aborto legal como un problema de salud pública y la abordó con estadísticas y datos cuantitativos, como el costo de medicamentos y los resultados obtenidos en países en los que se aprobó una legislación similar.­

Informó que en 2014 hubo más de 47 mil abortos, el 70% realizados en condiciones inseguras. Señaló que, de aprobarse el proyecto en debate, el 90% de los abortos sería farmacológico. La droga utilizada, el «misoprostol» cuesta hoy entre 3 mil y 5 mil pesos, pero, en caso de que fuese adquirido por el Estado, costaría «30 veces menos». En cuanto al costo por aborto para el Estado es hoy de 11.500 pesos y bajaría a 1.900. El costo global anual para el Estado de 4 mil millones se reduciría a 678 millones.­

Fue cuestionado por las oficialistas antiabortistas Silvia Elías de Pérez e Inés Brizuela y Doria. La última incluyó una crítica a su desempeño como ministro.­

Salieron, insólitamente, a apoyarlo los peronistas Nancy González y Miguel Pichetto. Este último aseguró: «Si hubiera estado en contra de este proyecto, no le habría preguntado mucho, porque sus respuestas han sido precisas, contundentes, con base científica». Y agregó otro elogio: «Ha desmitificado el tema del costo».­

Recordó que Mauricio Macri había dicho, pocos días atrás, que el aborto voluntario era un derecho de la mujer. «Hasta el propio Presidente está teniendo una evolución en positiva en este tema», sentenció.­

Su planteo fue respondido, irónicamente, por el senador del PRO antiabortista Esteban Bullrich: «Me alegro de que Pichetto se haya vuelto macrista, porque ahora viene el Presupuesto y lo necesitamos de nuestro lado». Una hora más tarde volvió sobre el asunto y dijo que después de haber hecho las averiguaciones correspondientes estaba seguro de que Macri nunca había dicho lo que le atribuía Pichetto. Pichetto insistió en su postura y distribuyó recortes periodísticos para avalarla.­

El ministro fue interpelado también por dos antiabortistas, el peronista catamarqueño Dalmacio Mera y la renovadora salteña María Fiore. Mera le reprochó no haber hablado del embrión y haberse centrado en cuestiones económicas. «Como capitán del barco de la salud», concluyó, «la verdad que da pena».­