Aunque las imágenes no tenían la nitidez necesaria para apreciar los rasgos del atacante, sí aportaron un dato fundamental: el violador que atacó a una nena de 12 años en la localidad bonaerense de Marcos Paz tenía puestas unas botas blancas. A partir de ese indicio, los investigadores lograron determinar que trabajaba en un frigorífico de la zona. Un llamado al 911 terminó de cerrar el círculo sobre un sospechoso.

A una semana del hecho, detuvieron al acusado. En su casa, ubicada a pocas cuadras del baldío donde se cometió el abuso, hallaron un calzado idéntico, una campera y un pantalón que coinciden con la vestimenta utilizada por el violador en el momento del ataque, tal como quedó registrado en el video que difundió la Justicia para buscar que alguien lo reconociera y aportara información.

Tras la detención del sospechoso, entre los investigadores del caso surgió un interrogante que mantiene en vilo al barrio: ¿Hubo víctimas anteriores? Uno de los aspectos que más llamó su atención tras la detención es la sospechosa actividad en redes sociales del acusado. En el barrio, además, afirman que otras jóvenes fueron abusadas en el mismo descampado.

Se sabe que el joven detenido tenía al menos cinco perfiles de Facebook en los que utilizaba su nombre real y su foto. En medios locales trascendió también que administraba otras cuentas truchas y que entre sus contactos había muchas mujeres y niñas. La posibilidad de que hiciera grooming como método de captación aparece como una nueva sospecha para descubrir si existen más víctimas.