Plan antiedad para el cerebro

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Protectores de la circulación, gimnasia mental, consejos para todos los días y súper alimentos que potencian la mente. Empiece ya, porque nunca es tarde.

Cuando entramos en la edad madura no sólo comienzan a sentirse los efectos del tiempo en nuestros huesos y en nuestra piel. Además, comienzan a acechar los fantasmas de la pérdida de capacidades a nivel mental. Lapsus de memoria, dificultades para concentrarse, sentir que estamos más “ duros” para entender; o que nuestra cabeza ya no funciona como antes, son sentimientos comunes.

Pero tenemos una buena noticia: Llegar a viejo con una mente joven puede ser un objetivo ambicioso pero no es imposible. Estos son los mejores consejos de los especialistas para mejorar la memoria, prevenir el deterioro cognitivo y actuar ya para combatir a dos enemigos letales: el ACV y el Mal de Alzheimer.

Mente y cuerpo en conexión

El Dr. Daniel López Rosetti, el conocido cardiólogo y especialista en medicina del estrés, acerca en la página web “Ante cualquier duda” valiosas ideas sobre cómo se mantiene el cerebro sano y en forma. Abarcan alimentación, hábitos, actividad física y social.

 “Más allá de las influencias genéticas y propias de cada persona, para mantener una buena salud mental es importante incorporar hábitos que logren la correcta conexión mente-cuerpo de manera diaria, refrescando el funcionamiento esencial del cerebro”, afirma. Esos hábitos que menciona el médico son de fácil aceptación, con excelentes resultados.

 

Dormir entre seis y ocho horas y con sueño de calidad. Mejorar la memoria y disminuir el riesgo de insomnio -que aumenta con la edad- es posible cumpliendo solamente con las horas aconsejadas de sueño. Acondicionar el ambiente de descanso para que sea libre de ruidos, oscuro, donde no hayan pantallas brillantes que emiten luz azul y evitar la cafeína son algunas de las formas para que el descanso sea el más saludable posible. “Crear rituales nocturnos como tomar un baño caliente, escuchar música suave o leer antes de dormir son métodos particularmente efectivos no sólo de descansar mejor sino de fortalecer la memoria”, asegura el médico.
Mejoras en la dieta.  “Dado que el cerebro es uno de los órganos con mayor cantidad de grasas del cuerpo, comer alimentos ricos en grasas saludables es esencial para nutrir la salud mental. Por otro lado, las gaseosas y bebidas saborizadas están vinculadas, según un estudio, a la contracción del cerebro”, explica el doctor. “El estudio, publicado en la revista Aging Health sugiere que la nutrición es crucial para aliviar la depresión, y los adultos mayores pueden beneficiarse especialmente de una dieta para mejorar su estado de ánimo.” Verduras de hojas verdes, el pescado, legumbres y las frutas llamadas frutos secos como nueces, almendras, avellanas, etc. son alimentos ricos en ácidos grasos Omega-3, que según la investigación reciente alivian trastornos del estado de ánimo.

 

Sí a la actividad física. La aptitud física también está conectada directamente a la salud del cerebro y específicamente a la capacidad de aprender. “ Un estudio reciente de los Institutos Nacionales de la Salud en Estados Unidos sugirió que cuanto más se ejercita un adulto, más hace crecer a su cerebro. La actividad física aumenta significativamente la neuroplasticidad: es decir, la capacidad del cerebro para adaptarse a nuevas experiencias. Ejercicios como el Tai Chi aumentan enormemente la agilidad mental, mejoran el equilibrio y la movilidad. Esto puede desencadenar un efecto dominó que motiva a realizar también otras actividades de estimulación cerebral”, enfatiza López Rosetti.

 

Creatividad, artes y oficios. “Invertir tiempo de calidad en una actividad artística o creativa mejora ampliamente la concentración mental. En particular, un pasatiempo creativo puede prevenir la demencia, según un estudio reciente en la revista Neurology de la Academia Americana de Neurología. Los participantes del estudio que se interesaban por la pintura, el dibujo y la escultura tuvieron un 73 por ciento menos de probabilidades de desarrollar funciones cognitivas más lentas que quienes no. El poder curativo de las artes y oficios también se extiende a las actividades con cerámica, el trabajo de la madera y la costura, que minimizan la probabilidad de degeneración cerebral leve en un 45 por ciento”, comenta el médico.

 

Vida social activa. “Un nuevo estudio en la revista Aging & Mental Health demostró como la actividad social mejora significativamente la claridad mental, ya que las relaciones comprenden complejas y sutiles señales sociales que requieren atención y flexibilidad mental. Esto significa que las interacciones regulares con la familia y los amigos energizan los procesos de pensamiento de un individuo, resultando en un razonamiento más claro y habilidades multitarea. Los investigadores sostienen que el fortalecimiento de ese apoyo social evita el declive cognitivo y las actividades de grupo como clases comunitarias o clubes de libros son una excelente manera de sentirse conectado. Otras formas de apoyo pueden ser las mascotas, las redes sociales, o incluso el baile”, finaliza el especialista.

Dulces y harinas, mejor evitarlos 

Una investigación de la Clínica Mayo revela que las dietas ricas en carbohidratos se asocian con un riesgo del 89 % mayor de demencia, mientras que las dietas ricas en grasas están asociadas con un riesgo del 44 % menor.

Esta combinación de muy poca azúcar y carbohidratos, junto con una mayor cantidad de grasas saludables es la clave para abordar no sólo la enfermedad de Alzheimer, sino la diabetes y también las enfermedades cardíacas.

El cerebro se alimenta de glucosa, es verdad, pero también puede comer lo que se llama cuerpos cetónicos, provenientes de la quema de grasa.  “Esta idea de que el cerebro necesita azúcar es realmente una noticia vieja. La grasa, cetonas específicamente, que su cuerpo produce al metabolizar su grasa, que ahora se llama súper alimento para el cerebro. Hay incluso un producto farmacéutico; un alimento médico que se puede recetar, que eleva el nivel de cetonas o grasa en el torrente sanguíneo de los pacientes, recetado ahora como un tratamiento para el Alzheimer. Al cerebro le gusta comer grasas” Quien afirma estas palabras es el neurólogo David Perlmutter, autor del libro “ Cerebro de Pan”. Y el alimento al que se refiere es el aceite de coco.

El aceite de coco, superalimento

El aceite de coco es todo un hallazgo contra el Mal del Azheimer gracias a las investigaciones de una médica estadounidense, la dra. Mary Newport, neonatóloga residente en Florida;  ella quiso ayudar a su esposo afectado por la enfermedad y probó que en pocas semanas mejoran notoriamente los síntomas.