Como una constante, todas las tardes se producen accidentes promediando las 17, tal vez por el horario de salida escolar. Ayer, la regla de las estadísticas se dio en calle Concejal Veiga, cuando a metros de la escuela San Martín colisionaron dos motocicletas.

La caótica salida de los alumnos, el tránsito cada vez más fluido, semáforos eternos e imprudencia hacen un cóctel explosivo que concluye en accidentes.

Por causas que se tratan de determinar una señora que retiraba a su hijo de clases chocó con otro rodado que iba en sentido opuesto.

Tanto ella como su pequeño hijo terminaron con lesiones, lo mismo que los motociclistas con los que había colisionado, una pareja de jóvenes que presentaron heridas y golpes.

En el lugar, vecinos reclamaron la presencia de inspectores para evitar accidentes y también llamaron a la reflexión a los conductores.

Fuente (El Sol)