Se jubiló una jueza mendocina que se hizo famosa» por una caída en su oficina que derivó en una larga lucha judicial por su indemnización. Un fallo de primera instancia había ordenado que le pagaran más de 4 millones de pesos. El caso llegó a la Corte Nacional.
Se trata de Stella Maris Ontiveros, la jueza de paz que, en 2001, se tropezó con unos cables en el juzgado donde trabajaba, accidente que le produjo una seria lesión en la rodilla de su pierna derecha, por lo que demandó a la ART y al Gobierno de Mendoza en el año 2001, con una cifra millonaria.

Ontiveros presentó hoy su renuncia ante el Gobernador de Mendoza, Alfredo Cornejo para jubilarse y le fue aceptada.
«Nos parece oportuna su renuncia y trabajaremos para que en el ámbito del Consejo de la Magistratura, en el menor tiempo posible, se elabore la terna de la cual surgirá un nuevo titular del Octavo Juzgado de Paz», dijo hoy el representante del Poder Ejecutivo en el Consejo de la Magistratura, Marcelo D’Agostino.

Larga historia judicial

El 12 de agosto de 2001 la jueza Stella Maris Ontiveros estaba al mediodía en su despacho, ubicado en el edificio de San Martín al 300.
Tenía que firmar unos cheques, tropezó y enganchó su pie derecho en los cables del portaenchufes, golpeándose en la rodilla derecha y lesionándose los meniscos. Después de una intervención quirúrgica la juez del Octavo Juzgado de Paz quedó con una incapacidad física del orden del 52,80%, de acuerdo con los estudios médicos iniciales.