A Anahí Benítez (16) la violaron, la mataron y descartaron su cuerpo en una fosa del predio de Santa Catalina de Lomas de Zamora. A más de un año y cuatro meses del crimen que conmocionó al país, la fiscal que investigó el caso solicitó este viernes la elevación a juicio oral de la causa por el femicidio de la adolescente.

El pedido fue formulado por Fabiola Juanatey, de la Fiscalía Especializada en Violencia de Género, al juez de Garantías N° 4 de Lomas de Zamora, Sebastián Monelos, quien ahora deberá resolver si hace lugar al planteo.

Por el asesinato de Anahí (16) hay dos detenidos con prisión preventiva: Marcos Esteban Bazán (35) y Marcelo Sergio Villalba (40).

A Bazán la fiscal lo acusa de ser coautor de los delitos de privación ilegal de la libertad agravada, homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género, de ser partícipe necesario del abuso sexual agravado por acceso carnal y también pidió la imputación alternativa por encubrimiento agravado.

A Villalba, en tanto, lo imputa como autor los delitos de robo, abuso sexual agravado por acceso carnal y como autor los de la privación ilegal de la libertad agravada y homicidio agravado por alevosía, criminis causa y por mediar violencia de género.

Fuentes judiciales explicaron que, en caso de que el juez Monelos acceda al requerimiento de Juanatey, el caso podrá ventilarse en un juicio por jurados, salvo que uno de los dos imputados rechace ser juzgado por esa vía y obligue de esta forma a que se realice ante un tribunal técnico.

El caso

Anahí desapareció el 29 de julio del 2017, cuando salió de su casa de Parque Barón, en Lomas de Zamora. Iba al Parque Municipal Eva Perón a encontrarse con unas amigas. Nunca llegó y, entonces, comenzó su desesperada búsqueda.

El 4 de agosto de 2017, el cadáver de Anahí fue encontrado desnudo en una fosa de la Reserva Natural Santa Catalina. La autopsia determinó que había muerto por asfixia por sofocamiento.

Dos días después, cayó el primer detenido: Bazán. Lo arrestaron luego de que perros rastreadores marcaron su casa, ubicada a 300 metros del lugar del hallazgo del cuerpo, y donde se encontró una olla con arroz similar al contenido encontrado en el estómago de la víctima, ropa de mujer, pelos y aparentes manchas de sangre.

Sin embargo, Bazán aseguró ante la Justicia que no conocía a Anahí, que su casa no tiene medidas de seguridad que impidan el acceso de terceros, que la ropa femenina era de su novia y los pelos y manchas sospechosas podían ser de alguno de los animales que rondan por el predio.

Villalba, en tanto, cayó diez días después que Bazán. Su arresto se dio luego de que los investigadores determinaran que había tenido en su poder el celular Samsung Core de la adolescente asesinada.

En su descargo ante la fiscal Verónica Pérez, Villalba contó que había encontrado el teléfono «tirado en una vereda con pasto» cuando regresaba a su casa de la localidad de Llavallol. Dijo que le quitó el chip, lo tiró, descartó la funda en un baldío -del que fue recuperado posteriormente por los investigadores- y que luego se lo regaló a su hijo.

Cuando el hijo de Villalba encendió el aparato los investigadores pudieron rastrearlo y llegaron hasta su padre: un cotejo de ADN dio positivo con las muestras de semen halladas en el cuerpo de Anahí.