El joven, identificado como Lucas Martínez, es fanático de las motos y tiene un taller en el barrio porteño de Parque Leloir.
El temerario conductor suele hacer este tipo de publicaciones en Instagram y lejos de esconderlas, las hace públicas con el fin de aumentar los más de 60 mil seguidores que tiene.
Lejos de recibir el rechazo del público por las «picadas», los comentarios lo alientan a continuar.
Según fuentes, la actitud de este hombre podría ser tomada como «dolo eventual», ya que pone en riesgo la vida de otras personas al volante.
Este lunes al mediodía, luego de hacerse público el caso a través de Crónica HD, Martínez primero optó por hacer privada su cuenta y luego por borrar las imágenes que generaron tanta polémica.
