La artesanía, entre el uso y la contemplación
— 29/01/2015 Comentarios desactivados en La artesanía, entre el uso y la contemplación 141La ciudad de Colón nuevamente como año tras año, se convertirá en el centro de excelencia artesanal del país, cuando se desarrolle la Fiesta Nacional del 07 al 16 de febrero próximo.
Los objetos, creados por las manos de los mejores artesanos del país, podrán apreciarse durante las noches de la festividad. Estas piezas guardan un valor único e inigualable, dignas por ser admiradas.
Por este motivo a los largo de estos días publicaremos concepciones profundas de Octavio Paz (Premio Nobel de Literatura) que generan una reflexión útil y también poética sobre la naturaleza del objeto natural y los que ellos enseñan.
“Hecho con las manos, el objeto artesanal guarda impresas, real o metafóricamente, las huellas digitales de quien lo hizo. Esas huellas no son la firma del artista no son un nombre; tampoco son una marca. Son más bien una señal: la cicatriz casi borrada que conmemora la fraternidad original de los hombres. Hecho por las manos, el objeto artesanal está hecho para las manos: no sólo lo podemos ver, sino que lo podemos palpar. A la obra de arte la vemos pero no la tocamos. El tabú religioso que nos prohíbe tocar a los santos – “te quemarás las manos si tocas la Custodia ”, nos decían cuando éramos niños – se aplica también a los cuadros y las esculturas.
Nuestra relación con el objeto industrial es funcional; con la obra de arte semireligiosa; con la artesanía, corporal. En verdad no es una relación, sino un contacto.
El carácter transpersonal de la artesanía se expresa directa e inmediatamente en la sensación: el cuerpo es participación. Sentir es ante todo, sentir algo o alguien que no es nosotros. Sobre todo sentir con alguien. Incluso para sentirse a sí mismo, el cuerpo busca otro cuerpo. Sentimos a través de los otros. Los lazos físicos y los corporales que nos unen con los demás no son menos fuertes que los lazos jurídicos, económicos y religiosos. La artesanía es un signo que expresa a la sociedad no como trabajo (técnica) ni como símbolo (arte, religión) sino como vida física compartida.
La jarra de agua o de vino en el centro de la mesa es un punto de confluencia, un pequeño sol que une a los comensales. Pero ese jarro que nos sirve a todos para beber, mi mujer puede transformarlo en un florero. La sensibilidad personal y la fantasía desvían al objeto de su función e interrumpen su significado: ya no es un recipiente que sirve para guardar un líquido sino para mostrar un clavel. Desviación e interrupción que conectan al objeto con otra región de la sensibilidad: la imaginación”.
Esa imaginación es social: el clavel de la jarra es también un sol metafórico compartido con todos. En su perpetua oscilación entre belleza y utilidad, placer y servicio, el objeto artesanal nos da lecciones de sociabilidad.
En las fiestas y ceremonias su irradiación es aún más intensa y total. En las fiestas, la colectividad comulga consigo misma y esa comunión se realiza a través de objetos rituales que son casi siempre obras artesanales. Si la fiesta es participación en el tiempo original- la colectividad literalmente reparte entre sus miembros, como un pan sagrado, la fecha que conmemora- la artesanía es una suerte de fiesta del objeto, transforma el utensilio en signo de la participación”.
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