De acuerdo con el informe presentado por el Instituto Nacional del Agua (INA), se espera un repunte del río Paraná durante estos días, para una posterior tendencia descendente.  

En la confluencia de los ríos Paraná-Paraguay continúa la alerta por bajante extrema, con promedios semanales registrados fueron de 0,60 metros en Corrientes y 0,59 metros en Barranqueras, es decir 1,50 m por debajo de los respectivos niveles en igual semana de 2020.

Los mayores caudales desde la alta cuenca dan lugar a una onda de repunte acotado. Se espera que se estabilicen en el orden de 1,60 metros en la semana y, durante este mes, los promedios mensuales esperados serían del orden de 0,85 metros, lo que implica 2,20 metros por debajo de lo normal, considerando como referencia los últimos 25 años. En Goya el nivel promediaría en septiembre 1,25 m (2,00 m por debajo de lo normal).

En el tramo correntino-paraguayo del río Paraná se esperan lluvias escasas. El caudal entrante al embalse de Yacyretá promedió 8.890 metros cúbicos por segundo (23% más), hoy sostenido próximo a los 10.000 metros cúbicos por segundo. La descarga quedó estabilizada en los 9.600 metros cúbicos por segundo.

ESCENARIOS POSIBLES

El INA ofrece tres escenarios de referencia para seguir la evolución de la bajante. No se trata de pronósticos, sino de posibles evoluciones de referencia como apoyo a las múltiples decisiones que se toman para afrontar la situación y que demandan una antelación importante.

Escenario I: continuación progresiva de la tendencia de bajante según registros recientes. Es el escenario que, a corto plazo, es el más probable de ocurrir.

Escenario II: más crítico que el escenario anterior, representando una situación intermedia. Es el escenario que, a mediano plazo, resultaría el más probable de ocurrir de acuerdo a la situación de las cuencas superiores de aporte y del estado de los embalses de aguas arriba.

Escenario III: más crítico aún, tendiente a aquello registrado en el año 1944 (bajante más severa registrada). Presupone lluvias débiles en el inicio del verano 2021/22.

Representa las situaciones que podrían presentarse en caso que el escurrimiento proveniente desde aguas arriba tienda progresivamente a la situación de caudales naturales, siendo más restrictivos que en las últimas semanas. Dado que resulta aún incierto establecer la situación más probable de ocurrir hacia el verano, este escenario completa el abanico de posibilidades que podrían presentarse en el largo plazo, caso las lluvias del final de la primavera e inicio del verano resulten particularmente débiles.