El gobernador Gustavo Bordet y el intendente de Paraná, Adán Bahl, monitorearon el avance de la obra de sistematización del arroyo Las Viejas. “Esta obra, sin lugar a dudas, va a mejorar sustancialmente la calidad de vida de los paranenses”, afirmó el mandatario.

El mandatario, el presidente municipal y la ministra de Gobierno, Rosario Romero, monitorearon el avance de la obra que cuenta con un presupuesto oficial de 785.153.899 pesos, financiados por el gobierno nacional, a través del Ministerio de Obras Públicas.

Para Bordet, “esta obra sin lugar a dudas va a mejorar sustancialmente la calidad de vida de los paranenses, porque significa el saneamiento del arroyo Las Viejas que generaba contaminación sobre el balneario Thompson. Además, esto provocaba que todos los vecinos que están sobre la vera del arroyo y en zonas de alrededores tengan que soportar malos olores y convivir con un ambiente que no es el apropiado».

«Esta es una gran obra que sin lugar a dudas transforma una zona, que abre urbanísticamente a la ciudad de Paraná para ensamblarla y poder generar espacios que luego los vecinos de la ciudad podrán disfrutar», destacó.

Luego hizo notar esta obra de saneamiento no es la única, sino que «hay otras más que se están realizando en forma paralela, como la de desagües pluviales de la Cuenca La Santiagueña, que también es muy importante; y esto tiene mucho que ver con la planificación, con políticas públicas que en el tiempo puedan hacer sostenible una ciudad”.

Por último, aseguró que «esto habla a las claras de que Paraná estaba necesitando tener esa visión de desarrollo urbano y en materia ambiental para que los vecinos de la ciudad ganen en calidad de vida».

Más y mejores servicios

«Nos comprometimos a sanear el arroyo Las Viejas y hoy la obra ya lleva un 25 por ciento de avance», subrayó por su parte el intendente de Paraná, Adán Bahl. Y agregó: «Es una obra que no sólo nos va a permitir recuperar el Thompson, después de más de 30 años, con todo lo que eso significa para los paranaenses y para el desarrollo del turismo local, sino que además va a transformar sustancialmente toda esta zona de la ciudad».

Precisó que la obra «incluye un nuevo espacio público, un parque lineal, que va desde el río a calle Ambrosetti. Más y mejores servicios para los vecinos. Y la integración a la ciudad de barrios olvidados durante años con nuevas conexiones de la trama vial».

«Se trata de un proyecto integral, que prioriza el ambiente y que va a terminar para siempre con los desbordes del arroyo los días de lluvia”, aseguró y afirmó que a este trabajo “no lo podríamos haber concretado sin el apoyo de nuestro gobernador Gustavo Bordet. Muy agradecido a él y al gobierno nacional».

Dar continuidad

Por su parte, la ministra de Gobierno, Rosario Romero, sostuvo que «esta obra va a resolver un gran problema que teníamos con el arroyo Las Viejas, y vaya si hay que plantear la continuidad. Es una obra troncal de la ciudad, como otras que se han hecho, como Avenida Ejército, Zanni, Circunvalación y tantas otras”.

En este marco, agregó: “Cuando Adán Bahl asumió la intendencia tomó el gobierno de la gestión. Recordemos que estábamos en una situación de mucho deterioro en la prestación de servicios y, prácticamente, sin obras que se estuvieran ejecutando. Hoy hay 150 obras en la ciudad, algunas ya concluidas y otras ejecutándose”.

Detalles de la obra

La obra consiste en el saneamiento del curso de agua entre su nacimiento en la confluencia de los arroyos Colorado y Culantrillo en zona de avenida Uranga y su desembocadura en el río Paraná, a lo largo de 1.600 metros.

Esta obra generará un impacto positivo en la vida de todos los paranaenses, al recuperar para la ciudad capital, uno de los balnearios más lindos del Litoral: El Thompson. Además, va a sumar un nuevo espacio público a la ciudad: un parque lineal que va a ir desde Ambrosetti hasta el río Paraná, con su respectivo plan de arbolado.

El saneamiento consta de dos grandes intervenciones. Por un lado, la sistematización del arroyo para evacuar los excedentes pluviales provenientes de las 1.200 hectáreas de aporte que tiene la cuenca, cuya obra de conducción consiste en un canal a cielo abierto.

Por otro lado, y como una primera etapa del tratamiento de la calidad del agua que conduce el arroyo, se propone un sistema de rejas para los residuos sólidos urbanos arrastrados en las crecidas, un sistema de sedimentación de sólidos y un filtro biológico para bajar los niveles de contaminación del agua previa a la descarga en el río. Esto permite una mejora del sector, pero también favorece al aprovechamiento de la playa del Thompson.

Las obras hidráulicas consideran, además, la solución a los desagües pluviales del camping y calles de la zona. El saneamiento se complementa con la extensión de la red cloacal faltante en la zona, como así también la reparación de tramos de red cloacal existente.

La propuesta incluye también una integración urbana con caminos laterales al cauce abierto del arroyo para accesibilidad, mantenimiento y custodia del mismo, y la construcción de una alcantarilla que da continuidad a calle Darwin.

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