Más de 200 personas participaron de Diálogo de Saberes. Agricultura Familiar y Agroecología en Entre Ríos, un encuentro que contó con la presencia de productores, técnicos, funcionarios y un público activo, aportando diversas miradas y opiniones sobre este nuevo paradigma. El docente e investigador de la UNLP Santiago Sarandón, brindó una conferencia magistral, que abrió un intenso debate. El diálogo de saberes dejó en claro necesidades y certezas, para un cambio del paradigma actual hacia un modelo más sustentable, en el que la agroecología es desafío y futuro.

Para debatir y reflexionar sobre estas temáticas, se desarrolló en La Vieja Usina de Paraná un evento que tuvo como objetivo dar un paso más en la discusión profunda sobre la forma de producir alimentos en la actualidad.

La apertura del encuentro estuvo a cargo del coordinador de la Secretaría de Agricultura Familiar, Emiliano Gomez Tutau, el Director Regional de INTA en Entre Ríos, Oscar Valentinuz y el Secretario Técnico de la Reunión Especializada de Agricultura Familiar del Mercosur, REAF, Lautaro Viscay, quienes coincidieron en destacar la importancia de generar estas instancias de diálogo.

Propusieron darle continuidad a este espacio como un foro regional, que permita ir comprendiendo los avances en Agroecología (AE) en Entre Ríos y favorecer políticas de Estado claras y precisas para fomentar una producción sustentable.

Se rescató además, la reciente sanción de una ley de agroecología en Misiones como así también, la ley de Reparación Histórica a la Agricultura Familiar, Campesina e Indígena, sancionada en Argentina, y que ha sido tomada como referencia latinoamericana y modelo por los demás países del Mercosur.

“La mirada estratégica de la AF y la Agroecología en el orden nacional y latinoamericano”

Con el objetivo de dar a conocer la mirada estratégica de Argentina y Latinoamérica, desde diferentes órbitas y organismos, el primer panel estuvo integrado por el Secretario Técnico de la REAF, Lautaro Viscay; el Director del Instituto de Investigación y Desarrollo Tecnológico para la Agricultura Familiar Región Pampeana del INTA (IPAF), Marcos Hall; y el Director de Producción Artesanal y Agroecología de la Secretaría de Agricultura Familiar de la Nación, Raimundo Lauguero.

A escala latinoamericano funciona la Reunión Especializada de Agricultura familiar en el Mercosur –REAF- que fue creada en el año 2004, y es la responsable de generar consensos, recomendaciones y políticas, que luego adoptan los Estados miembros e internalizan en sus países.

Viscay definió y explicó las particularidades de la REAF – como “una reunión atípica en el bloque común porque es donde se sientan a debatir y dialogar sobre las políticas públicas diferenciadas para la agricultura familiar, los movimientos sociales y los gobiernos”. Luego de dar los detalles de los avances que han tenido los países en la región en torno a la agricultura familiar -leyes, sellos identificatorios de la producción, entre otros- el Secretario se centró en plantear la necesidad de una agenda política para el buen vivir, donde se incluya la agroecología y la producción saludable. En ese marco, destacó que el eje central es la tierra y que son imprescindibles procesos de reforma agraria para que se distribuya ese bien social, condición mínima para fortalecer el nuevo paradigma.

Por su parte, Marcos Hall, referente del IPAF, explicó las líneas de investigación de este instituto, que fueron establecidas articuladamente con las organizaciones en agroecología (energías renovables, tecnologías apropiadas, tierra, comercialización, agua), y especificó los procesos de transición agroecológica que vienen acompañando. En Entre Ríos, en la provincia de Buenos Aires y en Santa Fe, numerosos municipios y comunas han limitado el uso de agroquímicos en las franjas periurbanas. Estos espacios, que claramente ponen en debate el actual modelo de producción, permiten que se inicien procesos de producción saludables y más autónomos, a través de la Agroecología. Hall también comentó las capacitaciones que llevan a cabo: Curso anual de formador de formadores en parcelas agroecológicas; curso formador de formadores en ganadería familiar y viverismo familiar.

Raimundo Lauguero, referente de la SAF, comentó sobre la reciente Dirección, que tiene nada más que 3 años dentro del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca. Asimismo, remarcó que la agroecología como nuevo paradigma es un diálogo de saberes, donde se tienen en cuenta conocimientos ancestrales del sector de la AF Campesina e Indígena.

Introdujo algunas dimensiones trascendentales para pensar la agroecología, como la solidaridad y reciprocidad entre todos, que genere un circulo virtuoso entre el dar y recibir. En ese sentido, remarcó que sólo esto puede darse con un Estado presente: “La solidaridad no se da en el marco de una economía de mercado, cuando gobiernan los gerentes de Monsanto, Cargill o Shell”, subrayó. Otra dimensión que destacó, es la de la Tierra, un bien social fundamental en la producción. En este sentido, comentó que la Argentina es el país de la región con menos población en el campo, y que es necesario por tanto generar las condiciones que permitan una vuelta a los territorios rurales.

El aspecto organizativo, fue otra dimensión analizada. “Nadie puede hacer AE sólo. La cuestión individualista tiene que ser superada hacia lo colectivo. La disputa con el agronegocio, que sólo piensa en la rentabilidad, sólo puede ser superada desde lo colectivo”, expresó el director.

Además, declaró la necesaria complementación entre el campo y la ciudad, y la necesidad de que la discusión de la AE se de en los ámbitos urbanos y entre los consumidores. “Discusiones que deben ser generadoras de políticas públicas orientadas a la producción agroecológica”, instó.

La agroecología, el enfoque necesario para una agricultura sustentable: sus alcances y limitaciones para la agricultura familiar.

El planteo de Santiago Sarandón fue claro, contundente y arrojó luz sobre la formación de este nuevo paradigma. Su presentación fue trascendente para entender los problemas del modelo hegemónico de producción y como la Agroecología es un nuevo paradigma en formación, incipiente pero con la fuerza necesaria para convertirse en un paradigma justo, armónico con la naturaleza y respetuoso de las relaciones sociales entorno a la producción.

A través de imágenes, ilustró que no hay dudas de la capacidad del ser humano para modificar el ambiente. En ese sentido, aclaró que el diseño de los sistemas, es el origen de los problemas. En tanto, dejó en claro que el modelo actual tiene su base fundamental en la aplicación de agroquímicos y el uso de grandes cantidades de energía. Ejemplificó esto con una cifra alarmante, “El uso de pesticidas en Argentina, aumentó de 73 millones de Kg./l en 1995, a 317 millones de Kg./l en el año 2012”. Y luego de enumerar los problemas de esta tecnología, manifestó una realidad innegable: el paradigma de la revolución verde, está agotado y el problema más claro es el ambiental.

Luego introdujo un interrogante: ¿Estos problemas se deben a una mala aplicación de una buena tecnología o el problema es el modelo de agricultura?. Para Sarandón el problema es el modelo de agricultura, que se basó en diversas premisas o causas: “Dominio sobre la naturaleza. Inagotable. Visión productivista y cortoplacista de la producción agrícola. El rendimiento: sinónimo “indiscutido” de éxito. Visión reduccionista prevaleciente científicos y profesionales. Conocimiento fragmentado. Método analítico. Dificultad para percibir el impacto ambiental de ciertas prácticas agrícolas. Falta de visión sistémica. Evaluación inadecuada del “éxito” económico de las actividades agropecuarias. Ignora costos ambientales y sociales: externalidades. Confianza excesiva en la tecnología. Insuficiente conocimiento del funcionamiento de los agroecosistemas Sólo existe el conocimiento científico. Poca participación del agricultor. La Ética: un valor “difuso” en la formación de los investigadores y técnicos”.

En resumen, para el docente de La Plata, “Los graves impactos ambientales y sociales de la agricultura moderna no son una consecuencia inevitable de la actividad agrícola en sí, sino de un estilo o forma de entender la agricultura”, y justamente eso es lo que hay que cambiar. Para ello la propuesta es la agroecología. Según Sarandón, la misma es Un nuevo campo de conocimientos, un enfoque, una disciplina científica que reúne, sintetiza y aplica conocimientos de la agronomía, la ecología, la sociología, la etnobotánica, y otras ciencias afines, con una óptica holística y sistémica y un fuerte componente ético, para generar conocimientos y validar y aplicar estrategias adecuadas para diseñar, manejar y evaluar agroecosistemas sustentables.”

Experiencias agroecológicas

El último panel estuvo integrado por la Licenciada Emilia Schmunk, integrante del Centro de Investigaciones y Transferencias CITER del Conicet, quien presentó una investigación realizada en torno a la producción agroecológica en Santa Fe. También se presentaron integrantes de la Granja Agroecológica La Porota de La Picada, quienes relataron su experiencia y su intención de practicar la agroecología, una producción saludable y abierta a la comunidad. También narraron su experiencia desde la Cooperativa El Espinal, miembros del colectivo La Porota.

Maximiliano Pérez, del IPAF Región Pampeana y contó la experiencia de algunas organizaciones en el proceso de transición agroecológica. Presentó cuatro dimensiones para pensar la agroecología. Autonomía, diversidad, minimización de riesgos y recursos locales, e introdujo una cuestión central: “los alimentos no son una mercancía”.

Daniel Bareilles de la Asociación Productores Familiares de Cañuelas, de la provincia de Buenos Aires, invitó a la “organización”, de todos los sectores para potenciar la agroecología argentina, recordó que cuando se introdujo la soja transgénica en argentina en 1996 a la agricultura familiar se la consideró inviable y precisó un elemento fundamental, la agroecología es también una filosofía y cosmovisión de vida.