La leptospirosis, es una enfermedad zoonótica, puede atacar a todos los animales, incluido el hombre, producida por una variedad de cepas (tipos) de una bacteria, la Leptospira interrogans.

Ésta bacteria, vive y se transmite de un animal a otro a través del agua de bebida. Puede atacar varios órganos del individuo infectado, produciendo abortos en los bovinos y ovinos, pero más frecuentemente queda agazapada en los riñones del hospedador, eliminándose de forma esporádica a través de la orina del mismo, contaminando con más Leptospiras tanto el suelo como las aguas superficiales.

Los grandes “brotes” de leptospirosis, han sido frecuentemente posteriores a inundaciones o períodos de lluvias que produjeron crecidas significativas de los ríos con posibles contaminaciones de napas y consecuentemente pozos de agua.

Las regiones más afectadas por éste problema, son entonces las que por alguna circunstancia poseen aguas en superficie y éstas son utilizadas como agua de bebida por los animales susceptibles.
Frecuentemente, los animales de la fauna autóctona tales como liebres, ratas, zorros, carpinchos, zorrinos, etc. pueden ser portadores de la enfermedad, así como también los animales domésticos como perros, gatos, equinos, bovinos y ovinos, los que contribuyen a diseminar las bacterias que potencialmente pueden infectar a nuevos individuos. (2)

Ésta bacteria no tiene formas de resistencia, por lo tanto, la mayoría de los antisépticos utilizados en la potabilización del agua y el calentamiento de la misma a 60 grados centígrados, destruye a las posibles leptospiras presentes, constituyéndose entonces en una alternativa valiosa para el abastecimiento de agua segura.
Los análisis de sangre realizados en la zona de Islas del Ibicuy, demostraron que la mayoría de los bovinos adultos tenían o habían tenido contacto con la bacteria, esto no quiere decir que estuvieran enfermos, pero sí que pueden ser “portadores” de la bacteria y ser potenciales diseminadores de la misma.

Existen vacunas para cada cepa (tipo) de Leptospira lo que asegura la protección de los animales susceptibles contra la misma, así como contra los abortos a leptospira y la diseminación de la bacteria hacia las aguas superficiales. Por lo tanto incorporar la vacunación anual de los rodeos de las zonas potencialmente conflictivas, contra la enfermedad a sus cepas locales, constituye una herramienta indispensables para mejorar la eficiencia reproductiva del rodeo, reduciendo la posibilidad de los abortos, así como también para la salud pública.

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